La discapacidad visual no frenó el aprendizaje

La estudiante Micheangela Espitia de Ciencias Sociales, gracias al uso de la máquina de lectura ha mejorado su proceso de aprendizaje.

Por Juan Carlos Monzón Solórzano- Oficina Asesora de Comunicaciones 

Y es que la historia de esta estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales en la sede Fusagasugá está marcada por un tumor que le descubrieron cuando tenía diez años, tras meses de peregrinaje por el sistema de salud en Fusagasugá. “Yo de niña tenía muchos dolores de cabeza y vómito y mi madre me llevó al médico varias veces y no le ponían atención a pesar de que ella exigía que me hicieran exámenes más profundos como un tac cerebral”, explicó la estudiante. 

Pero fue su padre, quien al ver que no mejoraba, decidió un día tomar un bus y llevarla al hospital San Sebastián de Girardot. “Allí me hicieron por fin el examen de tac cerebral y fue cuando salió lo del tumor. Entonces me remitieron de urgencia a Bogotá. Allá el doctor les dijo a mis padres que debían operarme de urgencia, pues mi vida corría peligro ya que tenía un tumor que afectaba el nervio óptico y que, tras la cirugía, no volvería a ver”.  

Así, entró una mañana al quirófano bajo la mirada angustiosa de su familia. “Mi vida a partir de ahí cambió, ya que, al despertar, ya no veía nada. Después al volver al colegio, sufrí de discriminación por parte de los docentes de primaria y bachillerato, que a pesar de que mi madre les había hecho unas conferencias del tema de inclusión que aprendió en el INCI, ellos nunca me ayudaron en nada, les daba pereza. En vista de esa circunstancia fue que decidí validar décimo y once y me gradué”. 

Entonces fue cuando optó por estudiar en la UCundinamarca, una institución que forma para la vida, los valores democráticos, la civilidad y la libertad. “Entré y me ha gustado mucho, porque he encontrado el apoyo necesario para cumplir mis metas desde lo educativo e inclusivo”. 

Y de esos temas sí que sabe la universidad, ya que, desde el área de Diversidad y Equidad, maneja este aspecto tan crucial para este tipo de población. “Me gustó mucho que hubieran comprado una máquina de lectura para la biblioteca, ya que son pocas las instituciones educativas que se preocupan por las personas con discapacidad visual. Yo me enteré el semestre pasado de este servicio y lo he empezado a usar ya que me ahorra tiempo. Los libros que deseo consultar, ahora los escaneo y listo. Al principio tuve algunos inconvenientes con su manejo, pero ya he ido aprendiendo cómo se hace. 

Sobre su futuro laboral es clara. “Quiero tan pronto me gradúe, dedicarme a la educación de personas de escasos recursos en algún colegio y con lo que gane, ayudar al sostenimiento de mi familia y continuar estudiando. Esas son mis aspiraciones”. 

De esta forma, la UCundinarmarca trabaja promoviendo la consolidación de una cultura inclusiva orientada a aquellos que en algún momento se ha sentido discriminados por su condición, en medio de una sociedad que algunas veces  no tolera la diferencia.