En beneficio de la comunidad fusagasugueña

Natación ayuda a niños con discapacidad a estimular las habilidades motoras. El proyecto es liderado por la Facultad de Ciencias del Deporte.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Programa de Actividad Física y Salud del Instituto de Deportes de Fusagasugá. “Lo que buscamos es generar una estimulación de todas las habilidades motoras como: flexibilidad, equilibrio, coordinación, fuerza y que de paso aprendan los cuatro estilos de natación que son: libre, espalda, pecho y mariposa”, comenta Jon Mauricio Medellín, docente quien es el coordinador de este proyecto. 

Y es que esta idea está enmarcada dentro de los procesos de Interacción Social Universitaria que parten del conocimiento profundo de las necesidades apremiantes de una sociedad como la colombiana que tiene según datos del Ministerio de Salud y Protección Social con 1.319.049 personas con algún tipo de discapacidad. “Son mamitas de bajos recursos que traen a sus hijos con problemas cognitivos y físicos los miércoles de 9:00 am a 11:00 am al Centro Académico Deportivo. Esto hace parte de la Recreoteca Itinerante que manejamos desde a facultad”. 

En la actualidad son veinte personas beneficiadas en un proceso de aprendizaje que consta de varias fases. “Empezamos con una etapa de adaptación al medio acuático ya que muchos de ellos vienen con miedo al agua. Después les enseñamos a respirar, a flotar, a hacer inmersiones, desplazamientos, giros y saltos. A medida que van avanzado les vamos haciendo otras actividades ya que, desde lo terapéutico, la natación relaja los músculos y fortalece el sistema nervioso central y el cardiovascular”. 

Pero ahí no termina todo. Las madres que llevan a sus hijos también salen ganando, pues para nadie es un secreto que ser cuidador es una tarea agotadora tanto física como mentalmente. “Con ellas que deben esperar dos horas, nosotros desde recreación comunitaria con los estudiantes de la facultad adscritos al semillero de recreo humano, les hacemos ejercicios que se complementan junto con los de capacitación que incluye diferentes manualidades. Del mismo modo les enseñamos sobre estimulación motora para que se lo practiquen a ellos”. 

Sobre cómo acceder a este servicio el docente comenta que las personas se pueden acercar al Instituto de Recreación y Deporte de Fusagasugá e inscribirse. “Una vez surtido ese paso, nos remiten al padre de familia y a su hijo para que se integre al programa y así empezamos a hacer el seguimiento respectivo”. 

Para Estela Castelblanco quien tiene a su hijo de 21 años con síndrome de Down y es madre cabeza de hogar, este servicio que presta la UCundinamarca ha sido fundamental, pues ha mejorado la calidad de vida de él. “Estoy muy agradecida, porque Nicolás ahora es más despierto y se mueve mejor, estas sesiones lo relajan bastante y le estimula todo su cuerpo”” 

Igualmente reconoce que, si no fuera por esta ayuda, ella no podría pagar unas clases particulares de natación. “Yo no tengo dinero, ya que no trabajo, pues me dedico a cuidar a mi hijo, por eso valoro lo que hacen por nosotros, ya que se ve el compromiso de los profesores por enseñar.” concluyó.  

De esta forma, la UCundinamarca trabaja por el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades en donde hace presencia como parte de su política de Interacción Social Universitaria.