“Estamos rompiendo el esquema”, profesor Juan Tapias
El semillero DICUC de la UCundinamarca, enfocado en estudios sobre el cannabis, se ha convertido en una herramienta académica para desestigmatizar a esta planta.
Durante el pasado Encuentro de Semilleros de Investigación desde la Transmodernidad y la Transdisciplinariedad de la UCundinamarca, se presentó el proyecto “Fitomejoramiento y desarrollo agronómico de variedades de la especie Cannabis sativa L. en líneas de cultivo medicinal e industrial en los agroecosistemas de los municipios de Fusagasugá y Facatativá del departamento”, por cuenta de los estudiantes Diego Felipe Yáñez, Sebastián Sáenz y Felipe Preciado del semillero DICUC de la Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Tal como lo indica su nombre, esta iniciativa se propone respaldar a las empresas que cuentan con las licencias necesarias para cultivar y aprovechar la marihuana (Cannabis) de manera medicinal, o que están explorando su uso productivo, incentivando las buenas prácticas en el cultivo y la investigación de esta especie vegetal.
“Estamos rompiendo el esquema; hay quiénes todavía miran mal esta planta pese a sus probados beneficios, y a que, en el 2017, el Gobierno regularizó su mercado y el autocultivo. De hecho, desde ese año, el grupo de investigación Agricultura Orgánica y Salud del Suelo (AOSS) de la Universidad empezó a tener contacto con empresas que buscan emprender en el mercado legal, y ese mismo impulso es lo que generó que en el 2019 se fuera organizando lo que hoy es el semillero de Desarrollo e Investigación de Cannabáceas Universidad de Cundinamarca (DICUC)”, explica el profesor Juan Carlos Tapias, líder de este grupo.
Según el docente, establecer este semillero ha permitido a sus miembros, estudiantes del programa de ingeniería agronómica estudiar tres distintas especies de cannabis que pueden crecer en Colombia, la sativa, la índica y la ruderalis, siendo la segunda la que mejor se adapta a los climas y suelos del departamento de Cundinamarca y a las necesidades de las empresas que esperan procesarla.
“El panorama del cannabis en Colombia es muy complicado porque cuando no estaba regularizado, Colombia cubría casi el 70 % de la demanda global de la planta de manera ilegal, pero ahora, de manera legal solo cubrimos el 10 %. De ahí, que sea necesaria su investigación porque eso rompe estigmas y le permite ser más productivos a las empresas nacionales que emprenden el sector, y que buscando exportar semillas, flores o aceite derivados del cannabis, deben ofrecer a sus cultivadores mejores condiciones laborales que una agroindustria típica en Colombia”, explica el docente.
En ese sentido, los cuatro estudiantes que presentaron el proyecto, según el profesor Tapias, se han configurado como autocultivadores, alineado con la Ley 1787 de 2016 y el Decreto 613 de 2017, con el propósito de hacer pruebas de manejo con las especies. Sin embargo, esta tarea no ha sido sencilla porque el mercado agrícola especializado en cannabis todavía no es muy visible en Colombia.
“Ha sido una labor hecha con las uñas, pero estamos viendo los resultados, no solamente porque actualmente estamos trabajando con la empresa Oleum MC de Pasca y con otras tres compañías ubicadas en Tibacuy, Silvania y Fusagasugá, que cuentan con el músculo financiero y legal, para la producción medicinal de cannabis, sino que también nos dieron la posibilidad de presentar nuestro trabajo en el Tercer Encuentro de Semilleros de la Universidad. Para nosotros fue la oportunidad perfecta para demostrar toda la curiosidad y el interés que desprende la investigación de la planta”, dice el profesor Tapias.
Por último, el DICUC ya proyecta varias iniciativas para los próximos años. La primera es la creación de un diplomado sobre la buenas prácticas en la germinación y el cultivo del cannabis dirigido a empresarios y cultivadores, y la segunda es formulación de un proyecto interdisciplinario, que involucre estudiantes de Contabilidad y Administración de Empresas, para la creación de un invernadero propio de la Universidad de Cundinamarca con 500 plantas, con el propósito de que los estudiantes tengan un espacio académico para seguir estudiando las variedades de la planta y para que desde esa plataforma se lleguen a trazar proyectos agroindustriales rentables y sostenibles con la planta.