Vocación y perseverancia, claves para emprender

Dos graduados, Carlos O. Ávila de Enfermería y Mario Zamudio de Administración Ambiental, emprendieron con una IPS en Anapoima. Hoy tienen 18 mil usuarios.

Por: Juan Carlos Monzón. Oficina Asesora de Comunicaciones 

Y es que en la actualidad su unidad de salud se enfoca en atender casos de pediatría, cardiología, ortopedia, medicina interna y tienen la primera unidad cardiovascular de la región, entre otras opciones médicas. Todo un portafolio, para un territorio que lo requería y al cual supieron entrar gracias a que detectaron una necesidad: la falta de un servicio de calidad. 

Sus inicios se remontan al año 2009, cuando en una cafetería en Bogotá, se reunió con su esposa, Paulina Castañeda que es médica, con Mario Zamudio, que es administrador ambiental y su esposa Edna Lizeth Sepúlveda, que es bacterióloga y con su cuñada Edna Margarita, que es ingeniera industrial. El objetivo era motivarlos a fundar una institución prestadora de salud en Anapoima. “Ese día les expuse el proyecto y les dije: ´acá casi todos somos del área médica y eso es una ventaja. Fundémosla´. Entonces dijeron que sí. Fue cuando le dimos el nombre de IPS Nuestra Señora de Fátima e iniciamos labores”.  

De eso han pasado trece años, en donde unos pocos activos y un capital semilla pequeño, dieron impulso a una institución que en pleno 2023 es robusta financieramente y cuenta con una nómina de cincuenta empleados. “Al principio, los tres profesionales de la salud, atendíamos la parte asistencial.  Eran solo tres consultorios equipados con lo básico y dos ventiladores en un espacio de cuarenta metros cuadrados”. 

Pero como el camino del emprendedor no es propiamente de rosas y menos, recién empezando, tiene grabada la anécdota de uno de los primeros negocios que les salió. “Nos contrataron para tomar unas muestras de laboratorio en el municipio de San Antonio del Tequendama. Recuerdo que me fui con Edna Lizet. Era un contrato de cuatro millones de pesos. Hicimos nuestro trabajo, entregamos los resultados de análisis y nunca nos pagaron”.  

Eran épocas de un “raquitismo” financiero enorme.  “Sobra decir que ninguno de nosotros durante los dos primeros años tuvo honorarios. Nos ayudábamos con trabajos individuales por fuera y lo poco que ganábamos, lo reinvertíamos”. 

Sin embargo, la perseverancia y la formación que recibió en la UCundinamarca como agentes creadores de oportunidades y sujetos actuantes y transformadores, como dice el Modelo Educativo Digital Transmoderno, pronto dio sus frutos. Ahora tienen la IPS instalada en un espacio que suma los 400 metros cuadrados, en dos sedes, una asistencial y otra diagnóstica, con equipos de punta. “El primer contrato que nos salió fue para atender quince usuarios de Compensar. Nos fue muy bien con ellos y eso nos permitió darnos a conocer de manera lenta, pero segura. Hoy prestamos servicios a Famisanar, Allianz Salud EPS. ARL Sura, Colpatria y estamos tras un nuevo cliente que es una prepagada de Medellín”, afirma con orgullo y el convencimiento de que ese negocio saldrá. 

Y es que además a todas las vicisitudes de lucha diaria que vive el emprendedor, hay que sumarle otra, que este graduado y sus socios han sorteado gracias a las herramientas que le brindó la UCundinamarca en donde se forma un graduado para emprender y desarrollar oportunidades con el fin de lograr una Colombia próspera. “Es complejo iniciar un negocio y más si es en el sector de la salud, el cual tiene bastantes exigencias que se suman al régimen tributario y legal que exige el Estado. Por eso, uno al comienzo es el director, el contador y el mensajero”. 

Hoy, este hombre que es el gerente general y tiene cuarenta años, al igual que Mario, quien es el gerente operativo, se jacta de llevar el nombre de la UCundinamarca ante la sociedad. “Me siento muy orgulloso de ser graduado de allí. Pasé unos años de aprendizaje en donde logré mi crecimiento personal y profesional. Recuerdo al cuerpo docente, empezando por Sandra Carmona, Aura Cuadrado, entre muchos otros que me marcaron para siempre. Todos ellos tienen la vocación de formar grandes enfermeros y seres humanos. Por eso somos referentes y el mercado laboral nos prefiere”. 

Sobre hacia donde conducirá este barco, este profesional de la enfermería la tiene clara. “Deseamos dar apertura a nuevos servicios como el que ya inauguramos de cardiología y endocrinología pediátrica. Nosotros con estos importantes logros, tenemos una visión que consiste en convertirnos en la IPS número uno a nivel de la provincia del Tequendama y el Alto Magdalena de aquí a cinco años”. 

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