Enseñando robótica en escuela de Arbeláez
El proyecto Robótica como Estrategia Didáctica en Comunidades Rurales se desarrolla desde el semestre pasado, gracias a la articulación con ISU.
Por Juan Carlos Monzón-Oficina Asesora de Comunicaciones
La Universidad de Cundinamarca tiene una apuesta, trabajar por brindar soluciones a las necesidades de los territorios donde hace presencia. La historia que a continuación les contamos se desarrolla en la región del Sumapaz, exactamente en el municipio de Arbeláez, donde en una escuela rural, los niños aprenden a programar.
Y es que el semestre pasado, cada jueves o viernes, la gestora del conocimiento, Edna Alexandra Vargas del programa de Ingeniería de Sistemas y Computación de Fusagasugá y tres estudiantes, se dieron a la tarea de trasladar en unas maletas los robots y tabletas que llevan en bus a la Escuela Rural La Victoria. Ellos hacen un recorrido de varias horas por una carretera sinuosa que trepa la cordillera oriental por donde también se llega al páramo de Sumapaz. En esa vía serpenteante llegan hasta un lugar en donde se perdió parte de la bancada, por lo que deben descender, atravesar dicho risco y hacer el resto del tramo a pie. Sin embargo, “no importaba”, como bien lo dice ella, pues allí la están esperando treinta niños y la única maestra para recibir en ese pequeño y modesto centro educativo, construido con tejas de Eternit y paredes con ladrillo a la vista, la materia de robótica.
El proyecto llamado Robótica como Estrategia Didáctica en Comunidades Rurales de Fusagasugá, es una iniciativa en la cual la institución lleva este conocimiento con el fin de despertar la curiosidad por la ciencia en los niños campesinos de la región. “Es una idea que nació hace varios años y fue liderado por el docente Gordillo y ahora yo lo estoy desarrollando en compañía de los colegas Edgar Peña y Jorge Julio Reyes, semestre tras semestre. Llevamos este servicio a quienes no pueden acceder a dicho conocimiento”, comenta con entusiasmo.
Una vez llegan con sus herramientas pedagógicas a este sitio que carece de internet y en donde la brecha digital es palpable, pues también los computadores que tiene son viejos y desactualizados, se ponen manos a la obra. Los niños van llegando de diferentes veredas en compañía de sus padres. Están muy bien trajeados. Se nota el esmero de sus papás para causar una buena impresión a la comitiva. “Tan pronto entramos al aula, iniciamos actividades preguntándoles qué ejemplos de tecnología tienen en sus casas y algunos hacen analogías con aspectos cotidianos de su vida. Entonces llevamos unos videos en donde les mostramos los avances de la humanidad y en el cual ven, por ejemplo, el tema de los cohetes espaciales. Así, ellos van demostrando una agilidad mental increíble de lo que han ido entendiendo. Después lesindicamos como es la armada de los robots y la programación para que reciban diferentes órdenes. Con eso les vamos despertando el pensamiento algorítmico en sus cerebros”.
Al concluir la actividad, esta docente y su equipo recogen sus equipos y siempre quedan sorprendidos con los chicos que se acercan a dar las gracias y a hablar. “Ellos nos empiezan a preguntar cómo se llama la carrera en la que se puede armar y programar los robots y que, si cuando sean grandes, hay opciones para entrar a estudiarla en la UCundinamarca, a lo que nosotros les comentamos que se llama Ingeniería de Sistemas y Computación y que si pueden postularse con el fin de cursarla cuando concluyan el bachillerato”.
Así termina la jornada para esta docente que lleva la pedagogía como un apostolado y el Modelo Educativo Digital Transmoderno como un libro sagrado que pregona en cada clase. “Le agradezco a la universidad por la oportunidad que me dio de podernos acercar a comunidades vulnerables que, dicho sea de paso, son muy agradecidas y siempre lo manifiestan invitándonos a unas onces o regalándonos algún producto del campo. Yo vivo enamorada de esta iniciativa en la cual ayudamos a los que no tiene posibilidades”.
Según Daysi Cañón, quien es la profesora de la escuela, esta experiencia fue muy significativa. “Agradezco a la universidad, porque los niños han adquirido, de manera transversal e integral, conocimientos de ciencias, matemáticas y tecnología. Sin su ayuda, no habría sido posible lograrlo. Estoy segura que esto les servirá a ellos para que vayan desarrollando habilidades nuevas a su futuro en lo académico y lo laboral”.
De esta manera la UCundinamarca a través de su política de Interacción Social Universitaria trabaja con las comunidades para construir socialmente el conocimiento, generar mejoras y transformaciones al interior de las mismas para lograr una Colombia con justicia social en donde la educación de calidad no sea el privilegio de unos pocos.