UCundinamarca, territorio de paz
"Educar para la paz, exige compromiso y coherencia", Víctor Espinosa Galán, director de la Licenciatura en Ciencias Sociales.
La educación para la paz es una una necesidad coyuntural de nuestra realidad colombiana, que debe estar integrada con urgencia en el currículo como uno de los ejes vertebrales para una práctica educativa real, transformadora y pertinente. Vale la pena destacar, el papel fundamental del profesor que debe transformase en un maestro investigador, cuyo sujeto y objeto de su propio análisis y estudio ––además de la realidad en la que está inmerso–– sea su práctica cotidiana con el fin de mejorar su didáctica y pedagogía, en el marco del compromiso con los valores de paz. Deberá ser un maestro coherente con lo que dice y hace, con su vida y su labor educativa. Para ello, deberá formarse, pues educar para la paz exige compromiso y coherencia frente a la manera como entendemos ––desde la escuela y la universidad–– los retos de una ciudadanía crítica y propósitiva.
¿El anunció de los ex jefes guerrilleros podría ser el fin del proceso de paz? ¿Por qué? ¿Desde la academia, cuál es el llamado que hace a los colombianos para caminar hacia el deseo de conseguir la paz?
V.E.: En un proceso de paz como el colombiano, donde las estructura de la guerra se han enraizado en lo más profundo de los ciudadanos, se puede esperar que tanto ciudadanos —en su legítimo derecho— no estén de acuerdo con lo pactado en el Acuerdo de Paz así como muchos combatientes no quiereconfíen en las instituciones del Estado o, simplemente, por que la guerra es más útil para ellos. Pese a los tropiezos, se propone la idea de una nueva historia, con la cual se comiencen a tejer nuevas formas de entender la vida en comunidad, resolver conflictos y generar espacios para la memoria. Si le hemos dado importancia a realizar actos de memoria con los acontecimientos de violencia y guerra, es necesario, ahora, proponer una sistematización de los nuevos procesos que se vienen agenciando a la luz de una construcción de paz estable y duradera.
Nos encontramos, sin duda alguna, en un momento importante para nuestro país, un momento que marcará la historia de las generaciones futuras, ya que está en juego la consecución de una paz estable para un país que ha vivido largamente la zozobra de la guerra. Y la educación es un pilar fundamental para que podamos dar la vuelta de hoja entre un antes sin paz y un ahora con una posibilidad de consolidarla. Los procesos educativos son, además, la única forma de garantizar que no regresemos a nuestro traumático pasado. Para ello, desde diferentes campos de estudio, se ha venido profundizando en acciones referidas a la paz, que buscan la reconciliación de los ciudadanos, el fortalecimiento de los lazos humanos, el esclarecimiento de los hechos y la consolidación de la paz como bien común.
Las nuevas generaciones de profesionales quieren abandonar Colombia y salir a estudiar en el exterior, están cansadas del desempleo y de la guerra ¿Desde las aulas de la UCundinamarca se están llevando a cabo acciones para que los profesionales trabajen por su país, por las comunidades?
V.E.: Se está llevando a cabo el campo cultural de aprendizaje que se llama PazCiencia, que es una iniciativa para trabajar por la paz desde la universidad.