“Después de 150 años, el problema es el mismo”
Hablamos con el profesor Darío Benavides, autor de ‘El transporte en Colombia en el siglo XIX y sus efectos en el desarrollo empresarial’ un libro de nuestro sello editorial.
Por Pablo Arciniegas – Oficina Asesora de Comunicaciones
La economía de un país depende del desarrollo de sus sistemas de transporte, este es el principio sobre el que está escrito el libro ‘El transporte en Colombia en el siglo XIX y sus efectos en el desarrollo empresarial’, publicado por la editorial Universidad de Cundinamarca, que, además, es una adaptación al español de la obra ‘Transport Modernization and Entrepreneurship in Nineteenth Century Colombia; Cisneros and Friends’, escrita por el profesor Hernán Horna, de la Universidad de Upsala, Suecia.
“El hecho de que este libro sea una adaptación significa que no es una traducción paralela del original sino una reescritura, que, a propósito, fue revisada minuciosamente por el profesor Hernán Horna, Doctor de la Universidad de Upsala. Esta reescritura la hicimos con los profesores investigadores María Mercedes Hernández y Néstor Juan Sanabria, que es reconocido como categoría senior”, explica el profesor Darío Benavides, autor del libro y docente adscrito a la facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables de la Universidad de Cundinamarca.
Sin embargo, la adaptación del texto original, que se encuentra en inglés, no fue lo más complicado del proceso de escritura de este libro, sino que lo fue contactar a su autor. “En 2014 publiqué un artículo llamado ‘El ferrocarril de Girardot el gigante que no pudo con la corrupción’, y en el proceso de reunir información encontré que la fuente que más se citaba era Hernán Horna, un profesor peruano que residía en Europa y que había estudiado por 20 años el impacto de los emprendimientos de Francisco Cisneros, el empresario que implementó importantes vías férreas en Colombia”, explica el profesor Benavides.
Por suerte, los tres investigadores de la adaptación pudieron establecer un contacto a través de correo electrónico con Horna, y desde el 2016, sin contar con otro canal de comunicación o entrevistas en persona, lograron sacar su libro adelante. “El doctor Horna quedó muy a gusto con nuestra adaptación, quisimos que él participara en una videollamada durante el lanzamiento del libro, porque estábamos en pandemia, pero como que él no era muy dado a establecer contacto por este medio”, dice el profesor Darío.
El caso es que, gracias a que la adaptación fue publicada con el sello editorial de la Universidad de Cundinamarca, hoy es reconocida como producto de investigación. De hecho, el profesor Benavides nos cuenta: “Nuestro libro pasó por revisión de pares evaluadores externos y cumplió con todos los protocolos de la editorial”.
¿Pero qué nos dice este texto? Tanto la adaptación como el original nos sitúan en el siglo XIX, cuando el medio de transporte más popularizado en Colombia era el tren. “A Cisneros, que era un empresario e ingeniero cubano, le habían encargado hacer varias líneas ferroviarias en Colombia. Él tenía la experiencia de haberlas implementado en su país y en Estados Unidos, en lo que se llamó ‘el lejano oeste’, y eso le dio una gran visión sobre el transporte”, cuenta el profesor Darío.
Y esa visión de Cisneros es un tema que hoy sigue vigente. “Básicamente lo que él decía era que el ferrocarril permitía el desarrollo uniforme de un país más que un desarrollo centralizado y por regiones, porque el tren es un medio de transporte más económico que hacer vías para mover productos. Este es el dilema que hoy tenemos como país, ¿cómo movemos nuestra materia prima de una manera barata, que no le implique a los productores pagar fletes costosos y que a los compradores no los obligue a consumir solamente importaciones”, explica Benavides.
Ciertamente, revivir el sistema ferroviario de Colombia para reemplazar a las tractomulas que mueven productos significa, como dice, el profesor Darío, repensar el país. “Pero en el contexto actual, cuando buscamos reducir nuestro consumo de hidrocarburos, el tren y el transporte fluvial son la mejor alternativa. Antes, Girardot comunicaba el centro del país con su periferia, a través del Magdalena y por locomotoras, lo que impulsaba el crecimiento del municipio, pero hoy toda esa infraestructura férrea que es económicamente más sostenible está en abandono. Así que después de 150 años el problema sigue siendo el mismo”, agrega.
Lo cierto es que libros como ‘El transporte en Colombia en el siglo XIX y sus efectos en el desarrollo empresarial’ fueron escritos precisamente para eso, para seguirnos preguntando cómo desde la investigación se soportan ideas que contribuyan a una sociedad más justa y democrática, como la que se propone desde la Universidad de Cundinamarca.