La participación y el liderazgo de las mujeres

Se realizó encuentro en torno al reconocimiento del papel de la mujer en la sociedad actual y en la UCundinamarca. 

El 22 de septiembre se llevó a cabo el conversatorio Mujeres, Liderazgo y Participación, liderado por la Vicerrectoría Académica - Área de Equidad y Diversidad y por el área de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de la Dirección de Interacción Social Universitaria (ISU), desarrollado en el marco de la Semana Unidos en la Diversidad 2022 y de la campaña de divulgación sobre Los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS. 

Un conversatorio propuesto desde las experiencias vividas en diferentes escenarios, todas ellas fundamentales, para garantizar condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, tales como la política pública y la participación, el trabajo y la atención a las violencias. Dentro de este espacio dialógico se reconoció la necesidad de que las Instituciones de educación superior, y en especial la Universidad de Cundinamarca, aporten en la construcción de caminos que permita el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres y las niñas. 

El panel de expertos estuvo conformado por la abogada y docente de la UCundinamarca, Sonia Smith Niño; la psicóloga y funcionaria de la Secretaría de Educación de Fusagasugá y coordinadora de la organización Estamos Vivas, Esther Quiñónez Lizcano; el politólogo Hamilton Guzmán Cadena, líder del Laboratorio de Innovación Social de la Dirección ISU; así como la encargada de Asuntos de Género del Centro de Estudios del Trabajo - CEDETRABAJO y licenciada en Pedagogía Infantil en formación, Helen Alexa Rojas. 

Respecto a las políticas públicas se discutió sobre cómo se deben construir y configurar las políticas públicas para responder a las realidades sociales. Los panelistas comentaron el hecho de que las nuevas políticas públicas se proponen a partir de dichas realidades sociales y que es muy importante que se construyan de manera colectiva.  

Así mismo, se habló de la relevancia de promover organizaciones de mujeres en el ámbito social y político, que contribuyan a la visibilización de problemas que no se han detectado desde las políticas públicas. Y que, más importante aún, es lograr que el Estado permita que estas organizaciones participen en la creación de las políticas públicas y que se asignen los recursos necesarios para la ejecución de dichas políticas, dejando claridad acerca de cómo se proyecta su debida ejecución. 

Otro tema importante que se puso en discusión fue el de la participación de la mujer en el ámbito laboral, indicando cómo el modelo productivo y económico del país ha venido fallándole a la población colombiana, especialmente a las mujeres, por sus políticas regresivas, reflejadas en asignaciones y presupuestos que dejan de lado la participación de la mujer. Sigue habiendo más empleo para los hombres que para las mujeres y las condiciones laborales de las mujeres ocupadas son inferiores a la de los hombres ocupados. Se entiende como deber del Estado generar empleos dignos para las mujeres. Sólo sería posible cerrar la brecha entre hombres y mujeres con la creación de aproximadamente 4 millones de empleos nuevos para las mujeres, procurando su goce efectivo de la autonomía e independencia, disminuyendo la violencia económica, que es una realidad en muchos hogares colombianos. 

Con respecto a la violencia, específicamente la violencia sexual, se analizó cómo históricamente el estado colombiano permitió una racionalización de la violencia sexual desde lo penal, entendiendo la mujer como propiedad privada y a la violencia sexual como un acto sobre la propiedad. Este es el caso, por ejemplo, de lo que ha sucedido cuando un hombre accede carnalmente de manera violenta a su propia esposa, sin que existiera penalización, o de cómo se ha tratado la violación sexual hacia las trabajadoras sexuales. También se mencionó que, aunque ha habido avances en la dureza de las penas para los agresores sexuales en contra de mujeres y niñas, esto no ha garantizado que dichos abusos disminuyan, ya que la estrategia se ha centrado en la penalización y no en la prevención. 

En este sentido, se destaca cómo la UCundinamarca con la consolidación del protocolo de prevención y atención a las violencias sexuales y/o basadas en género, tiene un componente relevante desde la prevención primaria, orientado a la construcción de una cultura universitaria respetuosa del ser humano, la diversidad, la vida y la libertad.  

Aquí puedes revivir el evento que tuvo lugar en la sede Fusagasugá: