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Mini parque con materiales reciclables
Estudiantes de Zootecnia transforman zona universitaria en mini ecoparque usando material reciclable y sistema de riego innovador para restaurar el ambiente.
Por: Alejandro García Suárez – Oficina Asesora de Comunicaciones
Una iniciativa que combina educación, tecnología y conciencia ambiental está transformando el paisaje de la Universidad de Cundinamarca sede Fusagasugá, donde estudiantes y Gestores del Conocimiento y el Aprendizaje han creado un espacio verde que sirve como laboratorio vivo para las futuras generaciones.
El programa de Zootecnia de la UCundinamarca ha puesto en marcha un proyecto pionero que está cambiando la forma en que los estudiantes aprenden sobre conservación ambiental. Se trata de un mini ecoparque construido completamente con materiales reciclables y equipado con un sistema de riego de última tecnología.
Nelson Francisco Usaquén Rojas, líder del proyecto y Gestor del Conocimiento del programa de Zootecnia, explica que esta iniciativa nació de la necesidad de crear espacios de aprendizaje práctico para los estudiantes. "Hemos logrado implementar una infraestructura dedicada a la restauración ambiental mediante la propagación de diversas especies vegetales", destaca.
Un oasis verde en el corazón del campus
El mini ecoparque se ubica estratégicamente junto al parqueadero central de la universidad, aprovechando al máximo tanto el espacio disponible como los recursos existentes. Lo que más llama la atención es su sistema de riego por micronebulización, construido con tubos redondos y malla galvanizada que maximiza la eficiencia del agua.
"El sistema está adaptado a las necesidades específicas de cada especie vegetal, teniendo en cuenta las condiciones del clima local y las capacidades técnicas del controlador", explica Usaquén Rojas. Esta tecnología permite que las plantas reciban exactamente la cantidad de agua que necesitan, reduciendo el desperdicio y optimizando su crecimiento.
Ciencia aplicada en cada hoja
Los estudiantes no solo riegan y cuidan las plantas; también realizan un trabajo científico riguroso. Cada planta es medida y analizada; su altura, el grosor de su tallo, la cantidad de hojas. Estos datos se convierten en información valiosa para entender cómo crecen mejor las especies en ambientes controlados.
"Esta información será utilizada para generar recursos informativos sobre el cultivo en ambientes controlados", comenta el líder del proyecto. Los estudiantes aprenden haciendo, aplicando conceptos teóricos en un laboratorio al aire libre.
Agregó que este proyecto se llevó a cabo con el apoyo de la decanatura del programa de Zootecnia, así como del Gestor del Conocimiento Walter Francisco Muñoz, del programa de Ingeniería Agronómica; de la ingeniera Paola Andrea Ramírez Suaza, jefa de Recursos Físicos y Servicios Generales; del personal de mantenimiento y de los estudiantes del Campo de Aprendizaje Disciplinar (CADI) en sistemas agroecológicos del programa de Zootecnia.
Tecnología digital al servicio del medio ambiente
El proyecto va más allá de las plantas. Los estudiantes están creando herramientas digitales innovadoras: un catálogo digital de especies y un sitio web donde documentan el desarrollo de cada planta. También graban videos sobre las características de cada especie, material que se usará para capacitar a otros estudiantes y sensibilizar a la comunidad.
Impacto que trasciende las aulas
Este proyecto de la facultad de Ciencias Agropecuarias tiene un propósito más amplio que la educación. Busca contribuir directamente a la restauración del medio ambiente local y educar a la comunidad sobre la importancia de cuidar la biodiversidad.
"No solo queremos formar profesionales competentes, sino también ciudadanos conscientes del impacto ambiental", señala Usaquén Rojas. Los estudiantes aprenden que cada acción cuenta y que la tecnología puede ser una aliada poderosa para proteger el planeta.
Camila Suárez, estudiante de Zootecnia, señaló que la implementación de este proyecto es muy importante para su proceso formativo, ya que les permite tener un enfoque diferente al aprendizaje exclusivamente en el aula. 'Pasamos mucho tiempo viendo teoría, y este tipo de experiencias nos acercan al campo, nos permiten aplicar lo aprendido y desarrollar habilidades prácticas para la formulación y ejecución de proyectos', afirmó.
Un modelo para replicar
El éxito de este mini ecoparque demuestra que es posible combinar educación de calidad con responsabilidad ambiental. Los materiales reciclados se transforman en infraestructura útil, la tecnología optimiza el uso de recursos naturales, y los estudiantes desarrollan habilidades prácticas mientras contribuyen a un mundo más sostenible.
Esta iniciativa está marcando un precedente en la UCundinamarca y podría inspirar proyectos similares en otras universidades del país. Después de todo, cuando los estudiantes ven directamente cómo sus acciones benefician al medio ambiente, se convierten en los mejores embajadores del cambio.
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