De luto por el fallecimiento de Eraclio García

Más que un funcionario que entregó 33 años de vida a la institución se fue un miembro de la familia, dicen sus compañeros de trabajo. 

El rector, las directivas, docentes, funcionarios y su equipo de trabajo del área de Servicios Generales lamentan su partida y extienden un afectuoso saludo de condolencias a su esposa, hijos, hermanos, compañeros y amigos, quienes, con tristeza y dolor, despiden al señor Eraclio García Forero, ejemplo de serenidad, servicio, responsabilidad e integridad.  

El 18 de septiembre de 1991, cuando lo que hoy conocemos como la Universidad de Cundinamarca se llamaba Instituto Técnico Universitario de Cundinamarca (ITUC), don Eraclio ingresó a prestar sus servicios en el área de Servicios Generales, en la cual vivió más de tres décadas de historias. Él fue testigo de la transformación y crecimiento de la universidad pública de los cundinamarqueses, llegando a conocer la Sede Fusagasugá desde sus cimientos. 

Serenidad, bondad, colaboración, don de servicio y dedicación, son algunas de las cualidades con las que sus compañeros de trabajo lo describen. “Siempre era la misma persona dentro y fuera de la universidad, muy correcto; la relación que tuvimos, más que de trabajo y amistad fue como de familia, recuerdo gratamente que todo el que le pedía un favor le contestaba – si chino -, hoy sólo le puedo agradecer por haber sido un compañero íntegro”, Neftalí Alvarado Rodríguez, compañero de trabajo. 

 “Para todos los que conocimos a Eraclio ha sido un golpe muy duro, porque el representaba nobleza, atención, colaboración, jamás lo vi discutir con alguien, y hoy ver a tantas personas compartiendo este sentimiento por su partida, ratifica todo eso que él sembró en cada uno de nosotros” expresa Orlando Herrera Muñoz, coordinador del área de Mantenimiento y Servicios Generales. 

Deja como legado su sentido de pertenencia y compromiso con la institución, al llevar a cabo sus labores diarias con bondad al servicio de la educación del departamento. 

“El jefe, como le decían sus compañeros dejó una parte de él en nuestros corazones, tenemos mucho que aprenderle de lo que con su ejemplo nos dejó, más allá de su formación académica, era una persona con humanidad y absolutamente correcto, y ese es su más grande legado”. Katherine Viviana García Orjuela, jefe de Recursos Físicos y Servicios Generales 

La universidad acompaña a la familia de don Eraclio, en especial a su señora esposa Rosa Amanda Sierra Duarte (Amandita), pues entre ellos dos, suman más de 50 años al servicio de la Universidad de Cundinamarca y hoy su compañero de vida y padre de sus dos hijos, no estará más en el seno de su familia, pero si en sus corazones y en el de cada una de las personas que tuvieron el placer de conocer una persona con calidad humana y de servicio.  

Sea esta la oportunidad para reconocer y agradecer al talento humano del área de Recursos Físicos por su trabajo en el mantenimiento, aseo, adecuación y embellecimiento de nuestra universidad. 

Paz en su tumba.