Emprendió con criadero de ovejas

Daniel Toloza se graduó como zootecnista de la sede de Ubaté y hoy se dedica a la cría de ovejas Hamshire Down para la producción de carne. 

Por: Juan Carlos Monzón-Oficina Asesora de Comunicaciones 

Su apego al campo viene desde muy niño. En aquella época, con tan solo 8 años, acompañaba a su padre en las labores del campo en la finca de la familia llamada La Siberiana en Monterrey, Casanare.  Allí aprendió a ordeñar, arrear el ganado, limpiar los galpones de las gallinas ,y los espacios destinados para los cerdos. 

Por eso, tan pronto tuvo su diploma como bachiller, no dudo que lo suyo era el campo; por eso escogió a la UCundinamarca como su destino para estudiar Zootecnia, pues allí se forman gestores integrales de sistemas de producción animal que promueven el desarrollo sostenible, la producción limpia y la competitividad, entre otros aspectos. “Entré y me gustó mucho la carrera, por su nivel educativo alto”. 

No obstante, hubo algo que lo influenciaría para montar su negocio de cría de ovejas y fue el haber hecho parte de los semilleros de investigación, iniciativa en la cual, los estudiantes bajo la orientación de un docente se inician en el proceso conducente al conocimiento de los problemas que les interesa investigar en su área. “Allí tuve la oportunidad con el apoyo de los docentes Shirley Andrea Flores de hacer parte de un grupo de investigación en ovinos de donde nació mi trabajo de grado al que llamé Suplemento de Extracto de Propóleo como Modulador de Respuesta Inmune y Carga de Namatodos Gastrointestinales en Ovinos como Suplemento Alimenticio”. 

Y es que una vez graduado como zootecnista, bajo el Modelo Educativo Digital Transmoderno que lo formó para la vida, se metió de lleno con un socio en la compra de 133 ovejas de la raza Hamshire Down. En este proceso ha tenido la asesoría del docente José Fernando Pérez, quien lo ha motivado. “Viajé hasta el municipio de Guicán en Boyacá para comprarlas y trasladarlas hasta una finca en el Rosal Cundinamarca. Fue un recorrido que superó las ocho horas”. 

Así empezó su emprendimiento al que llamó: Tierno Cordero y en el cual tiene puesta toda la fe del mundo en que saldrá adelante, aunque a veces, como él mismo dice, “me da miedo este proyecto por el alto capital que invertí”. No obstante, la tiene clara, su misión será la venta de ovejas o ganado en pie para el sacrificio. “A eso me pienso dedicar. De acuerdo con estudios que hemos revisado, su consumo va en aumento, ya que su porcentaje de grasa es bajo y su nivel proteico es alto, lo cual puede dejar un buen margen de utilidad. Todo este esfuerzo que he hecho va alternado con un trabajo que tengo con la Universidad Nacional en el área de investigación”. 

Sobre su negocio que apenas está naciendo, Daniel tiene sueña en grande. “Quiero a futuro expandirme y vender genética de esta raza y tener mi propia planta de desposte –lugar en donde se deshuesa y porciona la carne de un animal- para la venta”. 

Hoy, cuando ve y analiza lo que fue su recorrido por la UCundinamarca, una institución que apoya el emprendimiento, no ahorra palabras de elogio. “Le agradezco a la universidad por haberme motivado a emprender a través de la investigación que adelanté en sus aulas en compañía de los docentes, quienes me mostraron el camino”.