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Graduado crea juego de mesa
Se trata de Civilizaciones Precolombinas, en donde Incas, Muiscas, Aztecas y Mayas representados por cuatro participantes se enfrentan en el campo de batalla.
Esta idea nació en la mente del profesor Raúl Pinilla Villamil, licenciado en educación básica con énfasis en Ciencias Sociales quien, en pleno confinamiento, se acordó cuando en su infancia compraba las láminas del juego japonés Yu-Gi-Oh para divertirse con sus amiguitos. “Entonces pensé, qué bueno sería idear uno con similares características, pero con las culturas precolombinas”.
Fue entonces cuando recorrió varios almacenes en busca de un juego así. “Encontré solo de las civilizaciones griegas y romanas. Ahí fue cuando me dije, aquí hay una oportunidad de negocio”.
Y así empezó una ardua investigación que duró varios meses. “Me puse a leer libros y a consultar en internet sobre los Incas, Muiscas, Aztecas y Mayas e hice un diseño a partir de lo que encontré de cada una de esas civilizaciones. Es así como salieron 55 cartas que representan los diferentes dioses con distintos poderes que dan puntajes. Ellos están asociados a un elemento que puede ser: agua, tierra fuego aire, luz y oscuridad y tiene un nivel en donde los cuatro jugadores se enfrentan al mostrarlas. Todos inician con 500 puntos y va disminuyendo ese número a medida que se van enfrentando con los distintos valores que tienen las cartas, hasta que queda un campeón.
De ahí pasó a ensayar su prototipo. “Lo probé con estudiantes del colegio en donde trabajo y con algunos profesores. Todos ellos me hicieron importantes aportes para ir puliéndolo hasta que lo tuve listo. Logré en este proceso determinar que para los estudiantes, esta puede ser una herramienta pedagógica importante ya que logra mejorar las matemáticas pues hay que contar. También aprenden sobre las cosmovisiones de estas civilizaciones que están en el plan de estudio de sexto grado a noveno y refuerzan las habilidades blandas como trabajo en equipo o liderazgo, entre otras. Igualmente se puede jugar en familia, ya que es muy divertido”.
Una vez culminada esta etapa, este educador invirtió una gruesa suma de dinero en el diseño final e impresión del juego el cual viene en una bella caja con unas imágenes preciosas de cada una de las cartas. “Tiene un costo de 49 mil pesos incluyendo el envío a cualquier parte del país y trae el manual de instrucciones, un marcador para escribir los puntos y un código QR para abrir la fanpage de Facebook en donde hay información del mismo. En total mandé a fabricar a finales del año pasado 500 cajas que me gustaría vender, pero no ha sido fácil”.
Sobre su sueño con esta iniciativa, Raúl es muy claro. “Quisiera que la gente me apoyara comprándolo para así poder hacer otros proyectos de similares características y trascender fronteras con este emprendimiento”.
Las personas que estén interesadas en apoyar esta iniciativa pueden hacerlo en este enlace.