Grupo de música de mujeres UCundinamarca
Con un grupo de música campesina graduadas y estudiantes de la UCundinamarca invitan a amar el campo, la tradición y el papel de la mujer.
Cuatro valientes mujeres conforman Anhelos, un grupo de música campesina en la que la carranga es la protagonista y al son de los bambucos, los torbellinos y otros, no dejan que muera la tradición de la música del campesino colombiano.
Maritza Saavedra es Maestra en Música de la UCundinamarca y trabajó un tiempo como docente, sin embargo, en uno de sus momentos de inspiración concibió la idea de conformar un grupo de música campesina y para ello comenzó su búsqueda de talentos.
“Al querer reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y en la música, quise rodearme de mujeres para conformar este equipo. En la U uno ve mucho talento y fue cuando una a una las llamé y les hablé de la idea, de una vez aceptaron”, recordó Maritza.
A principios del año 2020 surgió el grupo Anhelos, conformado por Maritza Rocha en el requinto, Rocio Rozo en la guitarra, Claudia Leyton como tiplista y Maritza Saavedra como la voz. Estos talentos han pasado orgullosamente por las aulas de la UCundinamarca.
Al llegar la pandemia las cuatro mujeres debieron suspender los ensayos, hasta que un día la convocatoria a un concurso hizo que con todas las precauciones, volvieran a ensayar, ellas fueron por el primer puesto en el concurso Festival de Voces Labriegas en Sibatéy efectivamente ganaron.
Luego participaron en el festival de Música Tradicional de Toledo (Santander) en donde ganaron el segundo lugar, cada uno de estos reconocimientos hizo que el grupo se animara y continuara ensayando, creando música de su autoría y compartiendo con el mundo su talento.
Una vida para el servicio y la música
Maritza Saavedra fue dotada con una voz armónica, que llena de alegría todo lo que está a su alrededor. Sin embargo, la mueve poner al servicio de la comunidad su conocimiento y amor por la música.
Le gusta la docencia y aunque estuvo un tiempo dando clases en la UCundinamarca, la mueven en estos momentos las clases que dicta en la Casa de la Cultura y artista en el Hogar Nazaret en Cogua Cundinamarca.
“En el Hogar me encargo de hacer terapias para los adultos mayores y soy artista, este trabajo llena de vida porque uno está aportando sus conocimientos para el bienestar de los demás”, dijo la graduada y explicó que dar clases en la casa de la Cultura ha sido una experiencia enriquecedora y que agradece a la UCundinamarca por permitirle ser docente, pero que este era uno de sus sueños.
Anhelos seguirá abriendo camino, mostrando el papel de la mujer en la música folclórica y alegrando el corazón de quienes las escuchen, sus integrantes pese a que trabajan, alternan las actividades y las vidas para seguir ensayando y dando de ellas lo mejor.
Una bonita anécdota
Cuando el mundo se conmocionó por la llegada de la pandemia, en el hogar Nazaret en el que trabaja Maritza, le pidieron hacer algo lúdico para enseñar a los abuelos los cuidados básicos de bioseguridad.
Ella en lo primero que pensó fue en la música y adaptó una canción del Maestro Jorge Velosa, icono de la música carranguera y la adaptó “cuando vi que fue un éxito y que sería usada en otros espacios preferí llamar al Maestro y hablar directamente con él, este vio la letra y le puso un título, aceptó la idea y la aplaudió” recordó con agrado Maritza.
“Julia la mensajera” fue una herramienta en tiempo de pandemia, los medios de comunicación nacionales hablaron de ella y Maritza contó con el respaldo de uno de los iconos de la música campesina.