Seguimos con las jornadas de reforestación
El trabajo se realizó en el marco de la celebración del día del Agua que se llevó a cabo el pasado 22 de marzo en la extensión Facatativá.
Durante la actividad un grupo de estudiantes, miembros del ejército perteneciente a la escuela de Comunicaciones, la Empresas Aguas de Facatativá y docentes de la extensión Facatativá sembraron en la Unidad Agroambiental El Vergel 425 especies nativas. “Plantamos Chochos, Robles, Nogales, Chicalá, Trompetos, Mano de oso y Borrachero”, explicó el docente Fredy Augusto Duque Duque.
Y es que en este predio se han sembrado aproximadamente 4 mil especies a la fecha. “Estos suelos antes que los adquiriera a universidad, estaban degradados por la ganadería por lo que su recuperación ha sido lenta. No obstante, vamos por buen camino ya que la institución desde el 2019 destinó una buena área para su reforestación. Por eso nosotros estamos al frente de todo este proceso”.
Y así es, ya que este espacio que hace parte del Campo Multidimensional de Aprendizaje desde su dimensión del cuidado de la naturaleza hizo que esta experiencia fuera realmente significativa para los estudiantes. “En este trabajo, ellos aprendieron cual es la técnica para sembrar árboles y cómo se dirige una siembra ante un equipo de trabajo de 20 o 200 personas” anota.
Otro aspecto básico fue el de crear conciencia. “A los estudiantes les quedó en su cerebro grabado que sembrar un árbol ayuda a preservar el agua ya que estos mejoran la calidad del suelo y esto trae como consecuencia un aumento en las zonas de recarga hídrica. En el caso de Facatativá, puntalmente, la zona en donde está ubicada la unidad agroambiental se encuentra la quebrada Mancilla de vital importancia ya que es la que suministra el agua al acueducto municipal, pues el pueblo no está conectado a la red de suministro de Bogotá como si lo está Madrid. De ahí lo clave de esta labor”.
También estas jornadas que han sido articuladas con el Sistema de Gestión Ambiental de la Extensión traen otros beneficios. “Esto ayuda a la conservación de la biodiversidad. Hemos visto en este bosque andino la presencia de fauna abundante como: roedores, conejos, entre otros. Así mismo, se ha logrado el avistamiento de aves e insectos que ayudan a la dispersión de semillas”.
Para Angie Paola Ochoa, estudiante de octavo semestre, esta práctica le dejó grandes lecciones. “Nunca había sembrado un árbol. Pude en este proceso aprender que cuando uno va a hacerlo, nunca debe dejar repetida una misma especie, sino que hay que intercalarlas para así tener una mejor biodiversidad. De igual forma me enseñaron a abrir los huecos que deben tener unas dimensiones determinadas y los árboles a plantar tienen que ser abonados con regularidad para que crezcan rápido y algo que se me quedo grabado: sembrarlos ayuda a fijar las cuencas hídricas lo cual atrae mucha fauna para la zona”.
De esta manera, la UCundinamarca busca en sus estudiantes cultivar, fortalecer y crear experiencias, usos, costumbres, principios y valores que los distinguen espiritual y materialmente como personas transhumanas que aportan a un mejor planeta.