
Invernadero automatizado que evita el daño de cultivos
Estudiantes crean una solución para que los cultivos de pequeños agricultores en Cundinamarca no se dañen.
Como una solución a la pérdida de cultivos por el clima y otros factores de contaminación en Cundinamarca, estudiantes del programa de Ingeniería Electrónica de la UCundinamarca en la sede de Fusagasugá, crearon un invernadero automatizado en pequeña escala y bajo costo.
Diana Catalina Cubillos y Laura Camila Sánchez son estudiantes de sexto semestre que se dieron a la tarea de investigar los cultivos en la Sabana, los principales problemas y las dificultades de los campesinos frente a cada cosecha, y teniendo en cuenta los resultados recopilados se aventuraron a formular una solución.
"Los invernaderos automatizados suelen ser muy grandes y con altos costos, este le permitiría a un agricultor pequeño adquirirlo, salvar sus cosechas y no gastar mucho dinero teniendo en cuenta los materiales y el tamaño", explicó Diana Catalina.
La estudiante también explica que el invernadero automatizado de su proyecto permite medir temperatura, humedad y le indica cuáles son los valores indicados para planta.
Por su parte, Laura Camila aseguró que las pruebas que realizaron fueron con huertos caseros, plantas aromáticas, por lo que su proyecto se podría ajustar a las necesidades de un invernadero casero.
“En Cundinamarca, los oleajes de frío han afectado por años los cultivos, sin embargo, los pequeños agricultores no tienen cómo evitar estos daños, porque no tienen cómo adquirir este tipo de tecnología. En el 2019 por ejemplo se dañaron más de 10 mil hectáreas de cultivos en el Departamento”, afirmo Laura.
Un proyecto para la vida
Al realizar la investigación y tras hacer las simulaciones y descubrir que sí funciona su proyecto, las estudiantes ven en él una solución para la alimentación en Cundinamarca y el resto del país.
“Gracias a los campesinos tenemos comida en la mesa y es responsabilidad de todos apoyarnos para que los efectos del cambio climático no les afecte y por esto planteamos una gran solución”, explicó Laura Camila.
El invernadero que crearon las estudiantes para su proyecto es de 70 por 50 centímetros, algunos de los docentes aportaron con sugerencias para la formulación del mismo, pero gracias al apoyo del ingeniero agrónomo Rafael Avilio Rodríguez, pudieron comprender cómo funcionaban los cultivos.
Las estudiantes siguen trabajando en mejorar detalles, quieren hacer este tipo de proyecto a una escala mayor y poder ofrecer sus servicios en la sabana, pero esperan conseguir apoyo para avanzar con su proyecto y que el invernadero automatizado beneficie a muchas personas en la región.