Día del Idioma al estilo de programación neurolingüística
Alrededor de 200 estudiantes del programa de la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Educación Física, Recreación y Deportes, Administración de Empresas y Contaduría Pública celebraron el Día del Idioma con la participación especial del médico cirujano, Isidro Torres Castro, un nuevo escritor que lanzó el año pasado su obra literaria Adonaí.
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La celebración del Día del Idioma se centró en la Conferencia de programación de neurolingüística y el mensaje de la obra Adonaí. Los docentes de comunicación I y II Jackeline Varón de la Facultad de Ciencias Administrativas Económicas y Contables y Santiago Andrés Cadena de la Facultad de Ciencias del Deporte y Facultad Ciencias Sociales, Humanidades, y Ciencias Políticas lideraron la actividad, la cual tuvo como propósito incentivar la lectura en la academia.
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Soñar y hacer es lo mismo? Con esa pregunta Isidro Torres Castro, especialista en Psiconeuro-inmunoterapia inició su conferencia de programación neurolingüística, ciencia que da valor físico y mental al lenguaje y poder de las palabras que las personas utilizan.
“La calidad de tu vida está determinada por la calidad de tu comunicación”. Señaló Torres Castro. La Neurolingüística, es una técnica basada en la presuposición de que la conducta se compone de una estructura, la cual puede ser modelada, aprendida, enseñada y reprogramada.
Isidro instó a los estudiantes a la realización de sus proyectos, sueños y anhelos, a través de esta técnica, que exhorta a reprogramar el chip en tu cerebro, como se dice en el argot popular. Porque soñar y hacer es lo mismo, si soñaste con tu proyecto, simplemente hazlo.
Por otra parte, en un segundo momento de la conferencia se abordó la temática y mensaje del libro Adonaí; obra que fue escogida por su trama cultural colombiana. Los estudiantes leyeron se dejaron seducir por la sonoridad de las palabras, entraron en la mente de cada personaje, le dieron vida y sintieron cada experiencia descrita en la obra. Eso es leer con todos los sentidos, hoy en día todo se volvió digital, el poder degustar un libro es toda una magia, la razón de ser, y más aún vivir una historia del caribe es extraordinario, expresó, Santiago Andrés Cadena, docente.
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Adonaí es una historia de vida de un joven, que narra el entrecruzamiento entre las familias, con dificultades y deseos de salir adelante. Es una historia que te edifica por dentro te hace reflexionar sobre el perdón en el ámbito familiar, puntualizó Santiago Andrés Cadena, docente de comunicación.
El medico escritor describe que Adonaí es mi abuela, ese ese conflicto mío, entendí que Adonaí es la historia de la mujer sin rostro. Las historias allí relatadas son las historias que mi abuela y de mis tías. Mi abuela me relato 100 años de soledad como vivencia de ella, cuando yo apenas tenía cinco años. Mis tías iban al circo pagaban 10 centavos por tocar el hielo. También mi abuela me contó que tenía una prima bellísima y mataba a los hombres, García Márquez relata lo mismo, el niño que nació con colita de marrano. La historia de Adonaí estuvo escrita en mi cabeza desde los 5 años, recuerda Isidro Torres Castro.
La obra Adonaí Isidro la inició en 1999, cuando se disponía a redactar la tesis de la especialización en administración. Cuenta que en ese momento escribió todos los títulos de los capítulos, los guardo en su correo electrónico, y luego en el año 2004 empezó a escribir las historias de los capítulos durante dos meses. Sin embargo 12 años después, en su regreso a Colombia finalmente terminó de escribir Adonaí, con 400 páginas y la redujo a 300.
Para mí es significativo que los estudiantes de la Universidad de Cundinamarca hayan leído mí libro, porque este es un logro personal. Cuando busque editorial me rechazaron, entonces decidí publicar la obra con mis recursos, y me dije tan solo con que una persona lea mi obra, soy feliz, resaltó Isidro Torres Castro
La obra Adonaí narra hechos fantásticos e insólitos de la costa caribe, retrata a sus personajes y congela momentos propios de la cultura e idiosincrasia de la zona. La sonoridad de la obra es de la corriente del realismo mágico.
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