UCundinamarca Radio
Claves para desarrollar una organización sin fines de lucro
Un modelo de gestión sostenible en el emprendimiento social: Claves para desarrollar una organización sin fines de lucro de alto impacto en Colombia
Por: Ingrid Quintero
Las organizaciones sin fines de lucro (OSFL) son esenciales en el contexto colombiano al enfrentar los problemas sociales, económicos y ambientales que ni el Estado ni el sector privado pueden resolver. Pero una gran proporción de estas organizaciones luchan de manera estructural, lo que impide su sostenibilidad y limita su influencia. Esta realidad obliga a un cambio de este modelo tradicional de gestión a uno operativo que sea más efectivo, estratégico, autoregenerable y autoextensible. En este sentido, el emprendimiento social se presenta como una alternativa viable y necesaria que fortalece a las OSFL en Colombia, dándoles herramientas para lograr un alto impacto.
El país establece legalmente a las organizaciones sin fines de lucro como asociaciones, fundaciones o corporaciones. Ser sin fines de lucro significa que los excedentes se reinvierten en su propósito social y no se distribuyen entre sus miembros. Pero una OSFL en sí misma no es solo el requisito legal para serlo, sino que se consolida en una estructura que le proporciona una base financiera sólida que permite escalar intervenciones, la innovación constante, medición del impacto generado y una fuerte capacidad para involucrarse con actores públicos y privados que contribuyen en gran medida a la transformación de los territorios donde opera, ofreciendo soluciones reales a los problemas estructurales.
En Colombia, uno de los principales retos a los que se enfrentan las OSFL es su dependencia de fuentes de financiamiento externas, ya sean donaciones o recursos estatales, lo que las expone a fluctuaciones políticas y económicas. Más del 70% de estas organizaciones no generan ingresos propios de manera sostenible, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Además, tienen equipos de gestión no profesionalizados, poca medición de resultados y demasiada burocracia en sus operaciones. Estas condiciones parecen alterar la naturaleza y la sostenibilidad de estas entidades, socavando su potencial para forjar transformaciones a largo plazo.
En tal escenario, el emprendimiento social ofrece una forma de gestión híbrida que combina lógicas de negocio y social. Utilizar modelos de negocio para lograr el bien social no es un concepto nuevo, y a través del emprendimiento social, las organizaciones pueden desplegar modelos de negocio diseñados para abordar problemas sociales donde las ganancias regresan para financiar su misión. Por lo tanto, el trabajo o los servicios relacionados con el objetivo de la organización pueden convertirse en una fuente regular de ingresos. Además, herramientas como el Social Canvas, Objetivos y Resultados Clave (OKR) o el Retorno Social de Inversión (SROI) les ayudan a preparar, implementar y evaluar sus intervenciones.
Resulta diferenciador entonces construir un ecosistema alrededor de una solución para lograr un alto impacto:
Componentes Esenciales para Crear un Ecosistema Organizacional de Alto Impacto:
Esta integración en la estructura operativa permite que una organización sin fines de lucro construya un ecosistema de partes interesadas en torno a su solución social. Para que esto sea factible, estos son los pilares de un modelo de gestión sostenible y escalable.
1. Evaluación Participativa
Es necesario un primer análisis conjunto de las causas que llevan a esto, tanto de las oportunidades externas como de los puntos críticos internos; más allá de la claridad estratégica, este ejercicio ayuda a cimentar el sentimiento de pertenencia y lealtad entre las partes interesadas.
2. Propuesta de Valor Validada
Esta "propuesta de valor" debe abordar una necesidad social definida; y los objetivos deben ser "realistas". Las soluciones fuera de contexto y sus beneficiarios no deben ser forzados a entrar en el proceso de tal manera que los beneficiarios queden excluidos del mismo.
3. Modelo Financiero Mixto
Sostenibilidad económica a través de una diversidad de ingresos más fuerte: donaciones, cooperación internacional, asociaciones público-privadas e ingresos autogenerados a través de actividades productivas. Este enfoque disminuye las dependencias y fortalece la autonomía institucional.
4. Mejora de la Gobernanza Interna
La transparencia y la legitimidad requerirán procesos efectivos de toma de decisiones, estructuras claras de rendición de cuentas, un consejo directivo bien informado y comprometido, etc. No es sorprendente que la profesionalización del talento humano tenga un impacto directo en la calidad de la gestión.
5. Sistema de Medición de Impacto
Un buen sistema de monitoreo y evaluación (M&E) permite a los usuarios (y creyentes) evaluar el impacto real de una intervención social. Indicadores SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con límite de tiempo) nos permiten tomar decisiones basadas en evidencia e infundir confianza en nuestros aliados.
6. Comunicaciones Corporativas: Ser Estratégico y Auténtico
Para que seas una organización de alto impacto, el trabajo que realiza debe ser consistentemente y transparentemente destacado. Las redes sociales, los canales de comunicación y los espacios académicos se han convertido en una herramienta esencial para informar al público, construir reputación y atraer nuevas asociaciones.
7. Capacitación Continua del Equipo
Una de las principales mecánicas que tiene un equipo para responder a un entorno cambiante es a través de la actualización relevante. Estas actividades facilitarán la resiliencia de las instituciones frente a desafíos ambientales que requieren colaboración a largo plazo: liderar, gestionar, innovar y evaluar inversiones de manera efectiva. Además, las organizaciones de alto impacto invierten considerable capital humano en capacitar a sus equipos y adaptar su práctica al cambiante contexto político, las nuevas tecnologías que están utilizando, y sus fortalezas en liderazgo, gestión y evaluación.
La evolución de una típica OSFL a una organización de alto impacto no es automática; sigue un proceso estructurado y deliberado. Este proceso comienza con una fase de diagnóstico extensiva, seguida de un rediseño estratégico, permitiendo la Re imaginación de la misión, visión y modelo de intervención. Posteriormente, la creación de flujos de ingresos consistentes alineados con la misión, el establecimiento de sistemas de medición de impacto, la consolidación de alianzas estratégicas con actores relevantes del ecosistema y la escalabilidad de modelos replicables para beneficiar a otras geografías o poblaciones. Estos pasos requieren monitoreo y ajuste basado en condiciones contextuales.
En resumen, fortalecer los negocios sociales sin fines de lucro en un país como Colombia, donde las desigualdades y necesidades sociales aún son profundas, es una estrategia urgente y estratégica. Nos permite sortear las barreras estructurales presentadas al tercer sector para actuar, al tiempo que estimula el establecimiento de soluciones sostenibles, eficientes y transformadoras. Y las ineficiencias se consolidan en las organizaciones de alto impacto que funcionan como actores clave del desarrollo del país. Para los estudiantes y profesionales en el área de administración de empresas, conocer y aplicar estas claves es una oportunidad para liderar los procesos de cambio social basados en una base sólida, estratégica y medible.
Comentarios
¿las universidades son organizaciones sin fines de lucro? si es así, este modelo se podria aplicar a estas insituciones o por ley 30 np?
¡Excelente artículo!
Te felicito por este articulo.