“Dialogando con el Mundo, marcó mi vida positivamente”

Boderek Triviño, estudiante de Música viajó a Argentina a través del programa Estudiante Embajador, experiencia que le permitió crecer. 

Por: Juan Carlos Monzón - Oficina Asesora de Comunicaciones 

Esta iniciativa que se encuentra enmarcada dentro de la política institucional Dialogando con el Mundo, busca fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje y romper las fronteras del saber. Para lograr esto, trabaja un equipo idóneo que realiza la gestión de la Internacionalización, la movilidad académica de profesores, estudiantes e investigadores, entre otros temas 

Boderek interpreta el clarinete y cumplió con unos requisitos que le exigía el programa. “Es obligatorio tener un buen promedio, presentar un proyecto de lo que iba a realizar en la Universidad Nacional de Córdoba y diligenciar unos documentos. Una vez que me seleccionaron, homologué materias” comenta la estudiante. 

Así las cosas, la UCundinamarca le dio tres salarios mínimos mensuales legales vigentes durante la permanencia y la institución en Argentina, le ayudó con el hospedaje y el almuerzo. “Salí de Bogotá hacia Santiago de Chile y de ahí hacia la capital de Córdoba de la Provincia que lleva el mismo nombre. Con antelación, ya había logrado conseguir alojamiento en casa de una señora ya de edad, con quien negocié el desayuno y la comida”. 

Y es que esta experiencia que vivió entre el tres de agosto al 16 de diciembre del año pasado, la maduró tanto en el plano profesional, como en el personal. La persona que se salió un día de Zipaquirá con una maleta llena de sueños e incertidumbre hacia el Aeropuerto El Dorado con rumbo a Argentina, y la que regresó, no son la misma. “Siento que cambie, porque ya no soy tan acelerada para las cosas. Allá la gente se toma la vida más despacio y eso me ayudó mucho a cambiar mi forma de ser. Ahora bien, desde mi proceso de aprendizaje, tuve contacto con otra metodología para tocar el clarinete. ¡Ahh!, y quiero decir que noté que nosotros estamos al mismo nivel de ellos, pero más avanzados en el proceso de bandas sinfónicas”. 

Pero ahí no termina esta experiencia que la formó, como dice el Modelo Educativo Digital Transmoderno, para la vida, los valores democráticos, la civilidad y la libertad. “Me impactó de este viaje, que esa universidad recibe a muchos extranjeros. Allí me encontré con gente de México, Italia, Francia, Inglaterra y Perú que cursaban varias carreras. A veces uno se encierra en su mundo académico y no se da cuenta que puede enriquecer su intelecto, analizando cómo otros conciben la vida desde la formación profesional que reciben; fue una excelente experiencia”.  

Sobre lo que más le impactó de la idiosincrasia de ese país es clara. “Son varias cosas, una, que yo fui durante el mundial y la gente vivió ese torneo de una manera muy intensa. El país se paralizó. Otra, que ellos hacen una siesta sobre las cinco de la tarde hasta la siete de la noche; entonces la primera vez, salí a esa hora a sacar unas fotocopias, toda la ciudad estaba cerrada con excepción de los centros comerciales. También me impactó que el desayuno es un café y unos panes. Yo que soy de Caldas y estoy acostumbrada a la arepa, huevos y chocolate, imagínese lo que eso representa”. 

Finalmente, esta jovencita que es bien despierta y pila, destaca el programa Dialogando Con el Mundo como una iniciativa que le dio la oportunidad de conocer otra cultura que la marcó para toda la vida. “Le agradezco a mi universidad que, a través de este tipo de iniciativas, me haya permitido abrir mi mente para pensar que la tierra va más allá de Zipaquirá y Colombia. Así mismo, quiero resaltar el Modelo Educativo Digital Transmoderno que me ha despertado el interés por viajar más y conocer otros países. Ser translocal es más una filosofía es una realidad en este siglo”.