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Beneficios de la práctica del patinaje en edades tempranas
Mg. Amaya Jhon, Lic. Chala Maribel
El patinaje es una actividad de ocio y una práctica deportiva saludable. Aunque es reconocida por el COI, el patinaje de velocidad en línea aún no forma parte del programa de los Juegos Olímpicos de verano, aunque sí lo hace tanto el patinaje artístico como el de velocidad dentro del programa de los Juegos Olímpicos de invierno en su versión sobre hielo, expresa Laura Saiz, Periodista especialista en deporte.
Patinar es una gran opción para aquellos que quieren hacer hincapié en mejorar la coordinación, el equilibrio y la concentración. Al practicarse mediante movimientos que implican principalmente a las piernas, se fortalece especialmente los músculos del cuadro inferior. El patinaje es una actividad muy completa, ya que, para hacer determinados movimientos, como girar, frenar o cambiar de dirección, es necesario utilizar también el cuadro superior del cuerpo, desde la cadera hasta los hombros.
‘’Patinar no sólo contribuye a mejorar el estado físico de una persona, ya que aumenta la resistencia aeróbica, sino que también ayuda a desarrollar el sentido del equilibrio, sobre todo en el caso de niños que comienzan a practicarlo desde una edad temprana’’, indica Marisa Hernando, instructora profesional de patinaje; este deporte es fundamental para mantener un buen estado de salud y una buena calidad de vida.
El equilibrio en niños influye en su forma de percibir el entorno, sus relaciones sociales y su propia autoestima. Si un niño tiene problemas de equilibrio, su capacidad de atención se verá afectada e incluso su adaptación al colegio y a sus compañeros. Por el contrario, si se logra alcanzar esta habilidad, el niño empieza a tomar conciencia del movimiento y le ayudará a desarrollar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
Otro beneficio asociado a esta actividad es que, cuanto más se practica, más se afinan nuestros reflejos aumentando la destreza sobre los patines, “ya que no sólo requiere una alta concentración para detectar los obstáculos en el camino, sino también para predecir posibles cambios de rumbo o caídas con los otros patinadores y reaccionar lo suficientemente rápido como para poder continuar desarrollando la actividad con normalidad”.
Desde el punto de vista de la actividad física, patinar ofrece los mismos beneficios que correr, con la ventaja añadida de que las articulaciones, como las rodillas, no sufren un desgaste con los golpes, ya que se trata de un deslizamiento en el que los pies apenas se separan del suelo.
Sus beneficios son también muy similares a montar en bicicleta e, incluso, a los aeróbicos, ya que no sólo se trabajan las piernas. En media hora en bicicleta se queman alrededor de 150 calorías, frente a las 180 calorías de practicar aeróbicos durante treinta minutos. En el caso de los patines, el ejercicio es tan completo que en ese mismo tiempo se necesitan 300 calorías.
‘’El patinaje es un deporte mucho más duro de lo que parece a simple vista, pero es tan ameno y exige tal concentración que a menudo resulta mucho más agradable de practicar que otros deportes porque la sensación del esfuerzo realizado es menor, aunque la actividad física haya sido mayor”.
Sin embargo, también se advierte de que el patinaje, sin ser un deporte de alto riesgo, sí se destaca por su alto índice de lesiones, en muchos casos complicadas, debido a las malas caídas. Por eso, contar con el equipo adecuado y las protecciones indicadas para cada tipo de disciplina es esencial.
Referencias
Cidoncha, V., & Díaz, E. (2010). Aprendizaje motor. Las habilidades motrices básicas: coordinación y equilibrio. Revista digital EFDeportes.com., 15(147).
Bucco, L., & Zubiaur, M. (2013). Desarrollo de las habilidades motoras fundamentales en función del sexo y del índice de masa corporal en escolares. Cuadernos de Psicología del Deporte, 13(2).