Disciplina, conocimiento e innovación; claves para emprender

La pasión por el deporte y el uso de las redes sociales, hizo lo suyo; un emprendimiento que no solo busca finanzas sino bienestar.

Por: Juan Carlos Monzón- Oficina Asesora de Comunicaciones 

Julián Galindo y Diego Sabogal, profesionales en Ciencias del Deporte y la Educación Física, estudiaron en la extensión Soacha, y gracias a la educación que recibieron y los marcó positivamente, han desarrollado un interesante emprendimiento que les ha permitido ser creadores de oportunidades para esta sociedad del conocimiento que busca bienestar. Por eso, Julián, que también es comunicador gráfico, vio la oportunidad de explotar las redes sociales, tras haberse quebrado con un club deportivo, como consecuencia de la pandemia.  

“Un día estaba en la casa y se me ocurrió grabar vídeos sobre entrenamiento físico con el fin de atraer personas y que me solicitaran dicho servicio. Para eso me contacté con Diego, quien es magister en actividad física para la salud. Esa vez hablamos de cómo sería  y empezamos a grabar videos tutoriales con dos celulares de gama baja en Youtube y en la fan page de Facebook a la cual llamamos Ciencia Deportiva Colombia”.   

Pero pronto las métricas y el engagement –nivel de lealtad de una audiencia- empezaron a arrojar unos datos interesantes. “Nos dimos cuenta que quienes más nos veían eran entrenadores, preparadores físicos, porque la información tenía mucho contenido científico. Esto nos obligó a cambiar la estrategia. Modificamos el nombre en las otras redes y le pusimos Ciencia Deportiva Latam con el lema: Unidos por Latinoamérica. Duramos un año montando información de manera constante en un año. Todo era sobre las ciencias del deporte enfocado en el ejercicio y la salud”. 

Pero lo que marcó un antes un después, fue un curso gratis que hicieron en pandemia al que llamaron introducción al entrenamiento personalizado desde cero. En ese espacio aprovecharon lo que los gestores del conocimiento de la UCundinamarca les habían enseñado. “Eso fue virtual. Se inscribieron veinte cinco personas de Ecuador, México y Colombia. La gente nos empezó a pedir que desarrolláramos  más temáticas”.  

La acogida fue grande y el posicionamiento orgánico –el que se logra  sin publicidad paga- se fue dando poco a poco de la mano de un buen diseñor gráfico, cuidado de la imagen  y contenido. “Así hemos creado libros electrónicos que obsequiamos. Todo eso nos generó que la monetización de Facebook y Youtube se convirtiera en una realidad. Ahora también hacemos cursos, pero pagando, sin dejar otros que continuamos de manera gratuita. Esto lo complementamos con la creación de comunidades en Whatstapp y Telegram con 800 y 900 personas que fortalece la estrategia digital. 

Recientemente nos contactó el CEO de una las mejores editoriales en ciencias del deporte de Hispanoamérica, la cual está en España, y que se llama Paidotribo, para darles un descuento del 40% a nuestros suscriptores en libros electrónicos”.  

En la actualidad,  su lucha es con el bendito algoritmo que las redes cambian de vez en cuando. “Se debe uno reinventar a cada rato con esa realidad, por eso tenemos contemplado pautar en los próximos meses para incrementar esos casi 19 mil seguidores que tenemos”. 

Así fortalecieron la empresa con nuevos equipos 

Y es así que el panorama les cambió y lo dice con orgullo, pues sabe que no hay excelencia sin exigencia. “Ya tenemos una oficina, un computador de alta gama para diseño, micrófonos, trípodes y cámaras de video y fotografía. Así mismo, acondicionamos este espacio para los -en vivo- y las grabaciones. Todo ha sido gracias a la monetización y los profesionales que adquieren nuestros cursos”.  

De su alma mater guarda en su mente frases de agradecimiento, porque como dice el rector, doctor Adriano Muñoz Barrera, la universidad trascendió con estos jóvenes la propuesta tradicional de enseñar y certificar y les demostró que es una organización con alma, corazón e inteligencia que involucra a toda la comunidad para aportar y recibir. “Me encontré durante mi carrera a académicos como el decano Rafael Hutchison, quien es una gran persona y que junto a los docentes, nos dieron las bases para surgir y cumplir nuestros sueños”. 

Sobre la experiencia que el tiempo les ha dado, Julián, quien es un hombre inquieto y cursa en la actualidad una maestría en administración y dirección de empresas, envía un mensaje a los estudiantes de la UCundinamarca, la institución que lo formó para la vida, los valores democráticos, la libertad y la civilidad. “¡Nunca permitan, que alguien les diga que no pueden hacer tal o cual emprendimiento! Y no siempre se requiere de dinero para emprender, mire, nosotros lo hicimos sin un peso, pero con pasión, disciplina y buscando el bienestar de otros, logramos materializar la frase: ¡si se puede!".

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