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Entrenando a otros para la vida
Andry Flórez, graduada de Ciencias del Deporte trabaja en Idol Cheer, escuela en Estados Unidos que se dedica a esta disciplina.
Por: Juan Carlos Monzón- Oficina Asesora de Comunicaciones
Desde niña siempre quiso ser porrista, pero no para pasar el tiempo, sino para vivir feliz, esa fue una de las razones que la impulso a estudiar Ciencias del Deporte. Su persistencia, talento, disciplina y pasión la llevaron a entrenar hoy a las nuevas generaciones, desde Estados Unidos.
Y es que su amor por esta compleja disciplina que incluye saltos, pirámides humanas, vueltas y coreografías complejas, viene desde la infancia cuando sus padres la metieron a clases de porrismo, después de haber experimentado en el patinaje.
Su afición fue tal que, siendo niña, le decía a su madre que ella iba a vivir de eso. “Mi mamá me repetía:´de eso no se vive, piensa en otra cosa¨”.
No obstante, su perseverancia, terminaría por demostrarle que no tenía razón. Por eso, tan pronto terminó su bachillerato, decidió estudiar Cienciasdel Deporte y la Educación Física en la Universidad de Cundinamarca, sede Soacha. Allí se formó para la vida, los valores democráticos, la civilidad y la libertad, como pregona su Modelo Educativo Digital Transmoderno. “Fue una época muy buena. Tuve magníficos docentes como Giovanni Castro que me dictó deportes de aventura y Mauricio con quien tuve salidas para la práctica del buceo. En ese entonces, mis estudios los alternaba con la práctica del porrismo, participando en diferentes campeonatos”.
Una vez con el grado en la mano, trabajó en colegios de mucha reputación de Bogotá como el Santa Francisca Romana en donde dictó, obviamente, lo que le apasionaba: el porrismo.
Pero su destino cambiaría con un viaje de vacaciones que hizo a Miami. “Tengo unos amigos allí y una vez me invitaron a practicar este bello deporte con ellos. En ese sitio estaba la dueña de una de las escuelas de porrismo más importante de la Florida quien me vio haciendo mis rutinas. Tan pronto termine, me abordó. ´Hola, ¿Te gustaría ser instructora en mi academia? ´. Yo sin pensarlo, le dije que sí”.
Así inició enseñando a niñas de primaria en el tema de fundamentación y ahora es entrenadora de uno de los clubes de Idol Cheer; también las acompaña a diferentes torneos y festivales en el Estado de la Florida. “Con verlas practicar y sonreír, me hacen muy feliz”.
Confiesa que no se ha dejado contagiar por esa sociedad de consumo en donde se vive para trabajar y comprar cuanta cosa hay. “Llevo una vida tranquila. No soy de fiestas, ni nada por el estilo. Gano bien, y cuando tengo tiempo libre, me gusta sentarme en un parque a comerme un helado y ver la vida pasar”.
Siempre piensa en grande gracias a la educación que recibió en su hogar y la Universidad de Cundinamarca en donde se considera al graduado como un miembro de la comunidad universitaria y lo declara como un sujeto actuante y transformador que genera impactos en el contexto donde desarrolla su acción profesional. “Quiero llevar a un equipo al mundial de porrismo nivel uno y salir campeonas. Ese es mi sueño”.