Club de Tareas, el emprendimiento de María F. Castillo
Su idea nació en plena pandemia cuando se dio cuenta del atraso académico con que llegaban los estudiantes tras un largo encierro.
Por: Juan Carlos Monzón-Oficina Asesora de Comunicaciones
Esta joven que estudió Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades e Inglés en Girardot, hoy le agradece a la UCundinamarca por la preparación que recibió por parte de los docentes quienes le dieron las herramientas para emprender y poner en marcha su proyecto.
“Yo trabajé del 2020 al 2022 un jardín bilingüe de Girardot y nos tocó en parte en virtualidad por las restricciones sanitarias. Cuando ya había pasado lo peor y se fueron flexibilizando las cosas, entonces inicié desde mi casa con unos refuerzos con solo cuatro niños del barrio en el que vivo, ya que presentaban deficiencias académicas en lectura, gramática, ortografía y comprensión de lectura. Todo esto era producto de un proceso pedagógico inadecuado en donde a los niños les mandaban guías por internet que debían llenar y enviar al maestro sin mayor seguimiento”, comenta María Fernanda.
Y es que no le faltan motivos para tal afirmación, ya que según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la pandemia fue tan negativa que se estima que muchos niños de 10 años no podrán leer y comprender un texto simple en los próximos años. “Por todo ese panorama que viví fue que me retiré de donde trabajaba y este año creé junto a una compañera que también es educadora, mi emprendimiento al cual llamé Club de Tareas. La misión consiste en reforzar los procesos de aprendizaje del colegio de 2:30 pm a 5:30 pm., para eso, usamos diferentes actividades lúdicas”.
Para tal fin, alquiló dos salones cerca al Colegio Manuel Elkin Patarroyo y a la Normal, en los que montó su emprendimiento. “Hicimos un pequeño préstamo de dinero para el mobiliario y todas las ayudas didácticas. Así arrancamos con una educación personalizada en la cual se admiten por curso, máximo doce niños. Después iniciamos con una estrategia de mercadeo en donde se cobraba un valor bajo y a medida que nos hemos dando a conocer, hemos ido incrementando su precio. Todo esto lo hemos complementado con el uso de redes sociales en donde se montan historias de éxito”.
Y es que la UCundinamarca busca un sujeto que además de alcanzar su desarrollo personal, se convierta en un agente transformador que le aporte de manera significativa a su entorno y a la sociedad. Por eso la historia de María Fernanda es un ejemplo de esto. “Yo con esta iniciativa gano más dinero que si me fuera a laborar en un colegio privado, pero más allá de eso, este trabajo no tendría sentido si uno no tiene en la cabeza la idea de ayudar e impactar en donde vive y trabaja de manera positiva, y eso lo aprendí en mi universidad”.
Sobre la visión de su emprendimiento, ella es clara a donde apunta y sueña. “Quiero que mi taller de tareas sea el más grande e importante de Girardot y yo pueda contratar más personas para guiar una mayor cantidad niños en sus procesos de refuerzo. Por ahora somos tres profesoras y estamos bien”.
De su universidad que la formó para la vida, los valores democráticos, la civilidad y la libertad dentro del Modelo Educativo Digital Transmoderno, recuerda las herramientas pedagógicas que le dio y que hoy aplica. “Eso fue fundamental ya que pongo en práctica lo aprendido en mi interacción diaria con mis estudiantes”.
Ahora motiva a los colegas a que emprendan y no sean timoratos. “Háganlo. No tengan miedo. Los frutos no se van a ver de la noche a la mañana, pero si se trabaja con disciplina, los resultados desde lo económico, personal y profesional se irán materializando”.