El graduado que vive de la ornitología

Juan Sebastián León Lleras estudió zootecnia de la sede Fusagasugá y realiza estudios de aves por toda Colombia ataviado con sus binóculos y su libreta.

Por: Juan Carlos Monzón Solórzano

Oficina Asesora de Comunicaciones

A este familiar del expresidente Carlos Lleras Restrepo y Alberto Lleras Camargo, lo llamamos justamente cuando estaba en Cáqueza acompañando a un amigo a realizar unas diligencias. Allí nos atendió este ser humano sencillo, para quien la ornitología – estudio de las aves-, se convirtió en su pasión y su modo de vida, tanto así, que nos confiesa de una que siempre lleva unos binoculares de gran alcance como ahora, “los tengo dentro del carro, porque no sé, qué pueda aparecer”, nos dice.

Comenzamos hablando de su infancia, y del colegio del cual se graduó y de manera despreocupada suelta que se formó como bachiller del Colegio Gimnasio Moderno, institución en donde se han educado buena parte de las élites del país y donde no entra cualquiera sin que le sea escudriñada toda su vida. “Le agradezco a mis padres por la educación que me dieron, empezando por el colegio, el cual fue importante en mi formación”.

Y es que una vez que obtuvo su grado de bachiller, mientras sus compañeros se iban a estudiar medicina en los Andes y otros corrían a estudiar ingenierías en el Rosario y derecho en el Externado, Juan Sebastián optó ir a la Universidad de Cundinamarca, dejando atrás a la fría y elitista Bogotá en la cual se movía. “Siempre me gustaron los animales y creí que esa era una buena opción. Además mi padre fue profesor de la universidad y dictaba botánica, ecología y biología y todo eso me influenció. No obstante, al final no me ajusté plenamente a lo que suelen hacer todos los zootecnistas, pues soy ornitólogo”.

En esa época, su vida transcurría entre clases y libros según nos cuenta, hasta que un día cuando pasaba por unos de los pasillos del a universidad, se acercó a una cartelera y vio un afiche gigante que invitaba a participar en un encuentro de ornitología. “Me llamó la atención, aunque no conocía bien de qué se trataba el tema. Entonces les comenté a mis padres que deseaba asistir y ellos me pagaron la inscripción. Y ahí arrancó todo. Tanto así, que hice mi trabajo de grado sobre los hábitos alimenticios de la perdiz común en Cundinamarca”.

Y es que lleva veinte años de actividad profesional en un país como Colombia que es el que mayor cantidad de aves tiene el mundo. Todo un paraíso para su profesión. Por eso se la pasa con unos binoculares y una libretica y esfero en la que anota con detalle todo lo que ve en cada una de sus travesías monte adentro. “Ese papel es la piedra roseta del ornitólogo cuando nos metemos en el bosque”, nos comenta con desparpajo.

Este hombre que ha sido miembro de la asociación bogotana y colombiana de ornitología puede decir de verdad que vive de esa profesión la cual ha profundizado gracias a una maestría en ecología de la Universidad Javeriana, una especialización en sistemas e información geográfica de la Nacional y un doctorado en ciencias biológicas que aún no ha culminado. “He trabajado llevando turistas en planes de avistamiento de aves y también en temas de consultorías para el sector de la infraestructura nacional que requiere de mis servicios para hacer los análisis de impacto ambiental que generaría por ejemplo la construcción de una carretera. Todo esto me ha llevado a conocer los treinta y dos departamentos de Colombia” afirma con orgullo.

Sus amigos se burlan de él y le hacen un “matoneo” con lo que representa su vida laboral y su pasión. “Me dicen: ´usted es de las pocas personas que se va de vacaciones y sigue haciendo su trabajo¨. Yo les respondo: ´es que observar aves, me da una tranquilidad increíble´”.

Ahora cuando le invitamos a volver al pasado, a ese estudiante que llegó de Bogotá a Fusagasugá, reconoce que esa experiencia fue importante en su vida. “Ya se pueden imaginar lo que es llegar a una universidad de provincia con un contexto diferente, un clima distinto. Para mí fue interesante, porque me ayudó a estructurar otra visión de la vida y a ser más tolerante”.

Finalmente, cerramos esta entrevista con este hombre quien también es familiar de Federico Lleras Acosta, uno de los grandes investigadores de la lepra en Colombia, con una recomendación a los jóvenes que están estudiando en la UCundinamarca “que una vez graduados, continúen formándose académicamente y busquen la excelencia en todas las actividades profesionales y personales que desarrollan. Eso los llevará al éxito”