Hablemos de la Declaración Persona Transhumana
Más que 12 puntos de una declaración son principios para la vida y la consecución de la felicidad. Dos mujeres nos contaron su percepción sobre esta declaración.
Recientemente, el rector Adriano Muñoz divulgó en la Universidad de Cundinamarca la Declaración de la persona transhumana, un documento con doce compromisos para los miembros de nuestra comunidad académica, con el que se busca materializar el propósito del MEDIT, como filosofía educativa que defiende los valores democráticos, el aprendizaje y la vida. Hoy, son muchos los estudiantes, administrativos y profesores que han firmado esta declaración y buscan cumplirla.
Entre ellas y ellos, se encuentra la estudiante Laura Rengifo de la sede Fusagasugá. “Me enteré de la Declaración gracias a la página web de la Universidad, estaba buscando una noticia y me llamó mucho la atención el título de este documento, que me parece muy interesante porque se traza unas metas muy altas, pero no imposibles”, dice Laura.
Según ella, la Declaración (que también fue compartida por distintos canales de la comunidad académica), “tiene algo muy bonito y es un compromiso del ser humano con proteger la vida y la democracia, dos palabras que hoy, cuando vivimos una guerra y salimos de una pandemia, parecen haber perdido su significado. Pero, lo más interesante es que el rector, una persona que en otras instituciones parece aislado, aquí nos impulsa a ser felices, amar, vivir bien y ser responsables con nuestros actos”.
Laura también rescata de la Declaración transhumana su octavo principio, o compromiso, que dice: Vivo y contribuyo para que la comunidad esté en paz y armonía. “Puedo decir que este es la parte de la Declaración que más me gustó porque, aunque es muy sencilla, pone a la paz como una responsabilidad de la persona Transhumana y eso conecta con nuestro MEDIT en el sentido de que los estudiantes no solo venimos a la Universidad a absorber conocimientos sino a saber cómo con esos conocimientos yo puedo aportar a Colombia para que se convierta en un país con menos violencia.
Noticias UCundinamarca, también quiso recopilar la opinión de la Declaración de la persona transhumana de personas externas a la Universidad. Por eso, preguntamos a la psicóloga Victoria Fuentes sobre el impacto que tiene un documento como este en la comunidad académica.
“Personalmente creo que este es un buen esfuerzo del Rector para conectar con el proyecto de vida de los estudiantes de la Institución. No todos los cargos académicos ni administrativos de las universidades estatales están interesados en aportar desde la ética y la democracia a la vida de sus miembros, y eso habla muy bien del señor Adriano Muñoz y su proyecto de modelo educativo”, dice la psicóloga.
Ella también coincide con Laura en que un valor importante de estos propósitos es la construcción de la paz. “Pero quizá lo que más me llama la atención de estos doce puntos es que el Rector Muñoz está proponiendo el autocuidado y el cuidado de los otros como base para su modelo educativo. Esto lo vemos en el punto cinco: me valoro y cuido mi salud corporal, mental, emocional, sentimental y espiritual”, dice Fuentes.
De acuerdo con ella, este principio (el quinto de la Declaración) es muy ambiciosos en el sentido positivo porque está planteando a la persona como un ser pluridimensional, que no es únicamente un individuo que debe cumplir con un proyecto educativo, sino un individuo que está atravesado por distintos contextos. “Si la idea de esta declaración y del ser transhumano es rescatar el enfoque en las personas y sus sentimientos, la Universidad de Cundinamarca va por buen camino”, señala la psicóloga.
Finalmente, esto, según la psicóloga, también lo demuestra el último punto de la Declaración, que dice: Exploro y Cultivo los sentimientos, emociones y comportamientos positivos para promover mi felicidad. “De verdad que es muy importante eso de propugnar por la felicidad, porque, aunque es algo fluctuante en nuestras vidas (es imposible mantenerse feliz), el conocimiento que adquirimos en la Universidad y el aprendizaje debe abrirnos la puerta precisamente explorar sobre las experiencias que realmente nos hacen sentir felices y no nos causan daño. Yo aplaudo esta apuesta del rector, que realmente no es muy fácil de observar en otras universidades de Colombia y el mundo”.