
Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial
“Toda doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta y peligrosa” (Asamblea General de la ONU, 1966).
Por Andrés Bernal - Oficina Asesora de Comunicaciones
El Día Internacional de Eliminación de la Discriminación Racial se celebra todos los años, el 21 de marzo, en conmemoración del nefasto día de 1960 en que la policía de Sudáfrica abrió fuego contra una multitud que protestaba pacíficamente contra las políticas del Apartheid. El saldo, 69 personas muertas. Fue instituido en 1966 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En Colombia, entidades como la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas aprovechan esta fecha para resaltar la importancia de aunar esfuerzos para derribar todo tipo de estereotipos basados en la diferencia de raza, con el fin de contribuir a la construcción de una sociedad libre de racismo y discriminación.
En la Universidad de Cundinamarca, desde el Modelo Educativo Digital y Transmoderno MEDIT y las políticas institucionales, se promulgan principios y valores como el respeto por las diferencias y el reconocimiento de la diversidad. También se busca generar acciones que favorezcan por igual a todas las personas pertenecientes a la comunidad educativa, sin que sus condiciones particulares, características o intereses sean un impedimento para el goce de sus derechos fundamentales. Estos criterios propenden por la eliminación de la discriminación en el interior de nuestra Institución.
A manera de reflexión y llevando estos criterios académicos a un plano más personal, es importante plantear que, no solo uno, sino todos los días del año, como institución, como familias, como seres humanos individuales, debemos realizar el ejercicio consciente de erradicar de nuestro interior cualquier sentimiento indeseable de superioridad con respecto a personas de otra raza, origen, orientación sexual, ideología… en fin, con respecto a quienquiera que pueda considerarse diferente.
Es posible que, de entrada, pensemos que no tenemos rastros de racismo o discriminación. Sin embargo, los sentimientos discriminatorios y los pensamientos de rechazo hacia personas de origen diferente al nuestro suelen penetrar en nuestra personalidad sin que nos demos cuenta. Los puntos de vista distorsionados sobre cualquier grupo de personas expresados por alguien a quien respetamos, por los medios de comunicación y las redes sociales, o por quienes nos rodean, pueden empezar a hacer mella en nuestros sentimientos. En cualquier momento, inconscientemente podríamos estar percibiendo a personas de alguna comunidad en particular como inferiores, peligrosas, una amenaza, o el origen de problemas que nos afectan.
Si queremos contrarrestar estas características indeseables de personalidad debemos esforzarnos por ser imparciales, no generalizar y tratar de ver a las personas como individuos, sin estigmatizar a grupos de personas. Además, es importante que no nos hagamos opiniones de las personas basadas en prejuicios, sino en lo que realmente sabemos de ellos.
La discriminación es una barrera que impide que desarrollemos valores muy importantes para construir una mejor sociedad, como el reconocimiento de la diversidad, el respeto por las diferencias, la equidad y la inclusión social. Es importante que aprovechemos la fecha conmemorativa del 21 de marzo y por supuesto todos los días del año, para reflexionar en la importancia de cultivar en nuestra personalidad virtudes que contribuyan a tener una mejor sociedad, con igualdad de oportunidades para todos.
Fuentes: CNOA, ONU.