
En el 87 % de los hogares colombianos continuaron las actividades educativas a pesar del covid
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) realizó una encuesta en el país denominada Pulso Social (DANE – EPS) la cual permitió obtener información sobre el impacto de la situación generada por la enfermedad covid-19 en los colombianos; durante el análisis se contó con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Según el Dane, la Encuesta de Pulso Social buscaba encontrar información sobre la confianza del consumidor, bienestar subjetivo, redes de apoyo de los hogares, bienestar de los hogares que cuentan con niños, niñas y adolescentes; y el conocimiento y acceso a las políticas nacionales y locales de apoyo a los hogares.
Dentro de esos ítems se hicieron preguntas sobre el tema educativo a nivel nacional y se encontró que en el 87,4 % de los hogares colombianos se continuaron las actividades educativas o de aprendizaje desde que se cerraron las escuelas/colegiosa causa de la pandemia, mientras que en el 4,5 % no se continuaron estas actividades.
Por lo tanto, el Dane y el Ministerio de Educación han puesto sobre la mesa el tema de la deserción escolar y allí se encontró que, según el sistema de matrícula Simat, el reporte de retirados al mes de agosto fue de 102.880 niñas y niños, lo que representa el 1,1 % de la matrícula.
Dicho Ministerio en las conclusiones de una encuesta que realizó hace pocas semanas, demostró que “cerca del 70 % de las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas del país no perciben disminución en sus matrículas de pregrado e incluso el 45 % reconocen un crecimiento en su matrícula para este segundo semestre”.
La encuesta fue liderada por el Viceministerio de Educación Superior donde participaron 233 IES, las cuales representan el 86 % del total de instituciones que reportan matrícula en el país y que recogen el 95 % del total de la matrícula de estudiantes de la educación superior en el territorio nacional.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, “las instituciones prevén efectos en los indicadores de educación superior para el segundo semestre de 2020 (inscripciones, matrícula, deserción y ausencia intersemestral) significativamente menores a los que se esperaban al inicio de la pandemia”.
A nivel regional, en la Universidad de Cundinamarca, un desertor es aquel estudiante que no presenta actividad académica durante dos o más semestres consecutivos. Así las cosas, la institución en su último análisis de deserción escolar durante el año pasado, identificó que en el primer semestre se matricularon 13.133 personas en pregrado y posgrado, mientras que en el segundo semestre, hubo 13.353.
Con estas cifras se analizó la tasa de deserción para el año 2019 en la universidad y se identificó que en el primer semestre el índice fue de 8,4 % y en el segundo, se elevó al 10,8 %.
A nivel nacional, el Ministerio de Educación indicó que la última medición de deserción intra anual de 2019 se calculó en 2,99 %.
La Universidad de Cundinamarca, basada en el MEDIT, defiende una educación para la vida, no profesionalizante y por competencias, por lo que vela para que los estudiantes terminen sus estudios y logren un correcto desarrollo en la sociedad.
Por ejemplo, en la biblioteca de la universidad hay una tesis denominada: Estudio documental sobre deserción estudiantil en la Universidad de Cundinamarca extensión Soacha en el programa Ciencias del Deporte y la Educación Física.
En ella se pudo concluir que las principales causas de deserción son la toma de decisiones a temprana edad, las malas decisiones que llevan al estudiante a perder el rumbo inicial sobre la vida profesional, factores sociales y culturales, y el factor económico.
Lo anterior, tiene que ver con la encuesta del Dane ya que algunas de las razones que dieron los encuestados para dejar de acceder a la educación fue que no tenían dinero, que debían trabajar para apoyar a la familia o que no tenían acceso a internet.
Ver informe de deserción
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