El Salto a la Docencia Virtual: Recomendaciones para hacerlo en tiempos turbulentos

Por Pablo Sanabria-Pulido

Este proceso ha llegado con múltiples dudas, inquietudes, e incluso miedos, por parte de docentes, estudiantes y demás miembros de las comunidades académicas. Este artículo busca responder a algunos de los interrogantes, miedos y desinformación entre muchos colegas docentes que se enfrentan por primera vez a un nuevo mundo atemorizante como puede ser la educación virtual. Las siguientes recomendaciones buscan apoyarlos en ese proceso.

¿Qué es lo virtual en educación?

Aulas Virtuales más que clases virtuales: La primera imagen que se viene a la mente de un profesor al imaginarse la virtualización, es una escena donde el profesor está conectado y transmite en vivo su cátedra tradicional a varios estudiantes conectados desde diferentes lugares, o incluso la grabación de una clase real o de un video de una hora o más del profesor, con su voz en off, apoyado en un power-point. En realidad, la virtualización en educación es mucho más que eso. El primer consejo es entonces evitar pensar que pasar a lo virtual implica buscar hacer las mismas cosas que se hacen en un salón de ladrillo y cemento, solo que ahora por medio de un computador e Internet. Si bien esta es la salida más cómoda y probable, desaprovecha el enorme arsenal de herramientas tecnológicas y pedagógicas que existen hoy para la enseñanza. Aún más, puede generar el efecto contrario, desmotivando a los estudiantes e impidiendo que ellos mismos descubran la riqueza de lo virtual y lo digital, para lo cual estas nuevas generaciones están bien entrenadas. Se habla entonces más de un aula virtual, en la que el profesor es un creador y facilitador de una experiencia de aprendizaje, a través de la cual el estudiante llegará a unos objetivos establecidos previamente de forma clara y explícita. Esta nueva experiencia de aprendizaje entonces debería combinar diferentes formas de aproximación a las teorías, ideas, conceptos por parte de los estudiantes. Esto es, usando herramientas y recursos para la docencia que pueden partir desde lo más sencillo (videos, infografías, foros, muros, sesiones sincrónicas y asincrónicas, talleres individuales y grupales, quizes etc.) hasta otras herramientas más complejas, a medida que el profesor avanza en su comprensión de los métodos y herramientas.

La clave es entender que, a diferencia de lo localizado y temporal de las clases tradicionales presenciales, el aula virtual se magnifica y extiende en el espacio y en el tiempo. La experiencia de aprendizaje ya no se limita sólo al momento cuando el estudiante hace unas lecturas para preparar la clase y luego a las dos o tres horas en el salón físico con el profesor y sus compañeros. Ahora la experiencia se amplía en el espacio, cuenta con muchas más herramientas, está más distribuida en el tiempo, facilita la autonomía del estudiante y el seguimiento efectivo por parte del profesor.

¿Cómo lo hago?

Uno puede empezar por diseñar un plan de clase para el estudiante pensando en unidades de tiempo/conceptuales fáciles de entender para ambas partes, por ejemplo unidades conceptuales o temáticas por semanas. Entonces, para cada semana usted puede diseñar/planear un menú de actividades/experiencias que lleven al estudiante al final de esos pasos a tener una mejor comprensión de un determinado tema o conceptos.

A continuación, les muestro un ejemplo que, sin ser exhaustivo ni adentrarse en temas más profundos metodológicos y de pedagogía que acompañan el diseño y la implementación, busca darles una guía para organizar sus clases en las próximas semanas:

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Ya diseñé y preparé el plan de clase semanal, ¿ahora qué?

• Aprendizaje activo. La clave es enfocarse en estrategias de aprendizaje activo, es decir aquellas donde el estudiante es el centro del proceso y se apersona de su propio aprendizaje. En ese orden de ideas, las actividades deben alejarse del modelo tradicional de cátedra presencial y enfocarse en empoderar al estudiante al alcance del objetivo de aprendizaje. En este proceso el profesor, además de ser el “curador” de esa experiencia de aprendizaje, es el acompañante y facilitador del proceso. Si quieren aprender un poco más de aprendizaje activo, les recomiendo descargar este libro “El Aprendizaje Activo y la Formación Universitaria” de Hipólito González de la Universidad Icesi.
• En el diseño del plan de clase es importante tener en cuenta la primera regla: menos es más. Cada actividad debe ser pensada y definida previamente para que encadene lógicamente con la(s) siguientes y debe cumplir un propósito claro en la mira del objetivo de aprendizaje, el cual debe ser claro y explícito y debe estar alineado con los objetivos de la unidad y los objetivos de aprendizaje generales del curso.
• La planeación de la clase implica tener listos y revisados todos los recursos (lecturas, videos, foros, muros) desde el inicio, para que cuando el/la estudiante llegue a la plataforma de e-learning (Blackboard, Moodle etc.) pueda visualizar todo el plan de la clase y entender qué se espera de ella o el, de forma clara y precisa.
• La claridad y la precisión en la escritura y en la descripción son sus mejores amigos. Establezcan reglas sencillas y revise que las instrucciones de procedimientos, links de entrega, formatos, guías, estén activos todos y a disposición del estudiante. Las instrucciones deben ser claras, sencillas y completas. Ojalá lo más auto-contenidas posibles (que la descripción sea completa y el estudiante no necesite más instrucciones para hacerlo) y escritas pensando en el estudiante como usuario final, no en el profesor.
• Revisen muy bien los recursos que van a usar. Cada recurso debe ser evaluado a la luz de los objetivos de aprendizaje del tema y del curso en general. Por ejemplo, eviten abusar de las clases grabadas. Es mejor hacer videos de corta duración (no más de 10-15 minutos), creativos, audios, podcasts cortos, que grabaciones tipo cátedra de más de 20 o 30 minutos. Luego de este lapso de tiempo, que de hecho ya es muy largo, es posible que los estudiantes puedan perder interés rápidamente y no se alcance el objetivo porque las grabaciones son muy largas o aburridas. Los videos/audios, los pueden hacer con su propio celular o con algunas aplicaciones disponibles en la web. Para mayor información pueden revisar este listado de apps de Blackboard entre otros que encontrarán en la red.
• En esta línea, por ejemplo, es clave asegurarse que, para los conceptos básicos de su curso, o los conceptos más importantes (ej. conceptos clave por semana), los estudiantes puedan tener unos videos de ustedes, muy sencillos y cortos explicándo los conceptos claves. Estos pueden grabarlos ustedes mismos con el celular y luego subirlos a la plataforma de aprendizaje virtual (Blackboard/SICUA, Moodle etc.) como se adjunta cualquier archivo en Internet.
• Es clave que el plan de clase sea visible. El plan semanal de su clase lo pueden poner en la sección de anuncios de Blackboard/SICUA de forma que los estudiantes puedan entrar y guiarse permanentemente sobre las actividades a seguir y cumplir con todas ellas. También pueden crear un elemento fijo en el menú de la derecha de Blackboard donde los estudiantes encuentren siempre el plan de clase semanal o según el período de tiempo que ustedes definan.
• Si bien este es apenas un ejemplo, cualquier plan de clase, además de lecturas, videos propios, videos de los estudiantes etc., pueden incluir podcasts propios del profesor o de otras plataformas, wikies, videos de otros académicos, películas o documentales, archivos de bibliotecas, infografías y documentos oficiales etc… Existe todo un arsenal de documentos, archivos, ayudas audiovisuales, MOOCs (Massive Open Online Courses) que enriquecen enormemente el proceso de aprendizaje y lo hacen más ameno para el estudiante. Pueden también apoyarse en repositorios de recursos educativos abiertos como estos listados por Conecta-Te Uniandes. Apóyense en lo que ya está construido y existe en sus temas.
• El trabajo en grupo es fundamental en lo virtual, las plataformas de e-learning traen herramientas y funcionalidades que lo facilitan enormemente. Por ello es importante apoyarse de ellas y de otras como Google Docs, One Drive etc. que permitan que los estudiantes desarrollen sus trabajos en grupo incluso en épocas de distanciamiento social como las que vivimos. El ejemplo de plan de clase que puse antes no incluye trabajo en grupo, pero quizás ustedes les incluyan en su plan de clase un taller semanal en grupo, un wikie colectivo, un collage de fotos, un video, infografía etc. Estas actividades son importantes para facilitar la interacción entre los estudiantes, que para algunos es quizás una de las limitaciones de lo virtual frente a lo presencial, sin embargo, existen varias herramientas y funcionalidades que facilitan la interacción y colaboración. Les recomiendo ver las múltiples ayudas que tiene Blackboard al respecto

Ya en la implementación, ¿cuál es mi rol como profesor?

• No abusar de la sincronía. Las sesiones sincrónicas no pueden ser versiones transmitidas o webinars por internet de clases tradicionales magistrales de 2 o 3 horas. La sincronía puede aprovecharse mejor para hacer sesiones de discusión, debate, aclaración de conceptos que en lo posible no excedan los 60 minutos y en los que la participación activa de los estudiantes se estimule. Estas sesiones son un momento clave para oír viva voz de los estudiantes cuáles conceptos están quedando claros y cuáles no. Especialmente para los que causen más dificultad el profesor puede, luego de la sesión sincrónica, elaborar un nuevo video o podcast que, basado en las dudas expresadas por los estudiantes, les permita a ellos revisar de nuevo los conceptos con apoyo del profesor, verlo/oírlo todas las veces que quieran, y en cualquier momento en el que puedan conectarse. Collaborate es una herramienta fundamental de Blackboard para aprovechar al máximo el aula virtual.
• Dado que puede que no todos los estudiantes tengan conectividad permanente, se recomienda hacer un censo inicial de conectividad y equipos de los estudiantes mediante Google Forms u otra herramienta de encuestas. En esa misma línea, es importante que los materiales, recursos y archivos incluidos en el plan de clase sean livianos, sencillos, cortos. No se sugiere usar videos pesados ni archivos que requieran mucho ancho de banda para descargar o visualizar. Es mejor que haya varios videos/audios cortos, que un solo video o audio de gran tamaño. Esto facilita la experiencia de los estudiantes, especialmente de aquellos que no tienen conectividad permanente.
• Por la misma razón es importante que los profesores no pretendan hacer cátedras magistrales largas ni sincrónicas ni asincrónicas (videograbaciones de clases). No sobra de nuevo resaltar que la virtualidad trae una forma nueva de interacción estudiante profesor que crea nuevos lazos y nuevas oportunidades de interacción, incluso muchas veces mucho más ricas que la docencia presencial, por la base y el enfoque en aprendizaje activo, centrado en el participante. Si van a usar audios o videos, mejor que sean cortos potentes y efectivos, que vayan a conceptos centrales y se apoyen con aplicaciones y ejemplos que les ayuden a los estudiantes a aterrizarlos.
• Es importante que recuerden siempre grabar las sesiones sincrónicas, de forma que cualquier estudiante que no tengan conectividad permanente, o no pueda conectarse en ese momento, la pueda ver o escuchar en cualquier otro momento de la semana. Esto ayuda también a que la plataforma de aprendizaje virtual no colapse con muchos estudiantes y profesores usándola en los mismos momentos, una preocupación clave para las semanas próximas en las que habrá una movilización masiva hacia virtualidad.
• Es importante revisar que la asignación de actividades, lecturas, talleres no supere las horas de trabajo por semana para su curso. Clave que la carga de actividades tenga sentido y no supere las horas de trabajo presencial y extra clase. En general se habla que por cada hora de trabajo presencial debería haber entre dos y cuatro horas de trabajo extra-clase. Esto quiere decir que, para un curso con cuatro horas de clase presencial semanales, el estudiante de tiempo completo debería dedicar entre 10 y 12 horas a su curso (si, recuerde que ellos toman otras clases). Si sus actividades semanales exceden ese número de horas sería buena idea revisar la pertinencia de algunas actividades.
• Como profesores es importante que traten de dar retroalimentación la mayor cantidad de veces que puedan, ustedes directamente en la plataforma de aprendizaje virtual (Blackboard, Moodle etc.). Eso conecta mucho con los estudiantes y se sienten apoyados por el profesor/profesora. Importante el feedback constructivo y correctivo, por la virtualidad hay conceptos que los estudiantes pueden malinterpretar de formas muy creativas y que entonces requieren intervenciones rápidas por parte de ustedes que los ayuden a reenfocar.  La virtualidad facilita eso incluso mucho más que la opción presencial, porque el estudiante puede tener preguntas en cualquier momento y buscarlos a ustedes a través del foro de dudas, el cual si no existe se los aconsejo crearlo permanentemente en el sitio de su curso en Blackboard o Moodle.
• Una de las preocupaciones de algunos colegas es que en teoría la virtualidad no permite ver las reacciones ni el lenguaje no verbal de los estudiantes. La verdad es que la virtualidad no elimina esa posibilidad. De hecho, puede ser más sencillo, siempre y cuando se cree un espacio seguro para las dudas y se construya confianza para que los estudiantes (todos) sientan que cualquier inquietud o pregunta es válida y que su duda de hecho puede ayudar a los demás. Es importante crear el “Foro de dudas y preguntas”, ustedes como profesores pueden configurar el foro para que les lleguen a su correo electrónico o celular las alertas de participación/preguntas de los estudiantes. Esto ayuda a estar informado en tiempo real sobre el avance de los trabajos, las dudas de los estudiantes y a responder rápidamente.
• Para estimular la participación y facilitar los spill-overs en el aprendizaje, pidan a los estudiantes que cualquier pregunta o duda la pongan en los foros en vez enviar preguntas a usted solo por correo electrónico, así todos los demás ven la pregunta (puede que varios otros tengan las mismas preguntas o dudas similares) y se optimiza el alcance de sus respuestas y su propio tiempo como profesores. Es importante recordarles que ellos también registren su email en cada foro para que les lleguen las alertas y puedan ver preguntas de sus compañeros o retroalimentación del equipo académico.
• Asegúrense de que los estudiantes perciban su seguimiento como profesor del curso. Pregúntenles de cuando en cuando cómo van con las tareas o actividades, y estén pendientes de las preguntas y respuestas de los estudiantes, coméntenlas y visibilicen el aporte de los estudiantes al grupo cuando ellos participen. Facilite que los estudiantes también respondan preguntas hechas por sus propios compañeros y ayuden al aprendizaje de la comunidad de aprendizaje.
• Asegúrense de responder a los estudiantes siempre en forma rápida, que sientan que hay alguien detrás de la pantalla del computador o celular, preocupado por el aprendizaje de ellos. Si bien ustedes no necesitan estar conectados a Blackboard/Moodle todo el tiempo, todo el día, es clave definir un acuerdo de servicio/plan de atención. Es importante que el estudiante siempre sienta su presencia visible y perceptible como profesores (esto he notado que es muy importante para los estudiantes), observando qué hacen ellos y cómo lo hacen. Eso sí, hay que definir de antemano y explicarles las horas de atención virtual (por ejemplo, de 8 am a 8 pm). Las expectativas deben ser claras. En caso de que por alguna razón no pueda usted responder rápido a las preguntas o solicitudes de los estudiantes es importante que lo informen en el “Foro de Dudas y Preguntas” para que ellos puedan esperar con paciencia sus respuestas.
• Una forma clave de estar cerca de los estudiantes es a través de los anuncios, que vienen como una herramienta incorporada en las plataformas de e-learning y que facilitan que cualquier mensaje que se envíe desde la plataforma les llegue a todos los estudiantes a su correo electrónico. Úsenlo todas las veces que puedan, recuérdenles asuntos importantes, fechas. Aclaren dudas, proporciónenles nueva información o ayudas para las tareas o actividades que estén activas. Todas esas son las potencialidades que da lo virtual frente a lo presencial, es posible estar aún más conectados con los estudiantes que cuando sólo hay una interacción presencial a la semana. Aprovéchenlo y háganles sentir a los estudiantes que están ahí con ellos acompañándolos. Este listado de Blackboard muestra varias alternativas de interacción con los estudiantes.
• Es importante que chequeen esporádicamente los datos de entradas de los estudiantes a Blackboard/Moodle por el menú general del curso. Ahí pueden ver el último registro de los estudiantes (fecha, hora, duración) e identificar si están entrando sistemáticamente o no y si están dedicándole tiempo a las actividades en la plataforma de e-learning. Contacten a los que vean que no entran pues puede haber razones personales o tecnológicas que limiten su acceso. También es muy importante que en las tareas y trabajos revisen rápidamente quiénes no entregan los trabajos en las fechas límite y los contacten cuanto antes preguntándoles qué pasó y si tuvieron algún inconveniente para entregar las tareas. No necesariamente todos los estudiantes tienen el mismo acceso a conectividad y en algunos casos eso puede afectar sus accesos y entregas. Contactarlos y conocer las particularidades de cada estudiante es clave. 

Conclusión

• Crear un aula virtual no significa pasar las actividades presenciales tradicionales al computador. Es ir más allá. Es diseñar y construir una nueva experiencia de aprendizaje que lleve a los estudiantes de forma más autónoma, pero acompañada por el profesor, a alcanzar sus objetivos. En esa experiencia, el profesor es un curador y un facilitador que planea y diseña cada actividad, teniendo siempre al estudiante en mente como usuario final.
• A veces se tiende a banalizar lo virtual, se cree que es fácil, sentarse a ver videos de forma pasiva. La verdad es que la práctica de lo virtual es exigente tanto para el estudiante como para el profesor. Por ello, es fundamental mantener el mensaje que lo virtual requiere planeación de agenda, dedicación de tiempo, proactividad y mucha disciplina por parte del estudiante y el profesor. Los estudiantes vienen usualmente de formaciones muy tradicionales, magistrales, pasivas, menos centradas en aprendizaje activo y a veces les cuesta un poco más entender que la responsabilidad principal recae sobre ellos tanto en lo presencial como en lo virtual. Por lo mismo es importante mantener el mensaje de planeación, dedicación y disciplina a lo largo del curso.
• Todo este diseño puede que al final tenga algunas fallas o problemas que ustedes no visibilicen antes de ponerlos al aire. La buena noticia es que los estudiantes si los verán. Por ello es clave que sus estudiantes sientan la confianza de informarles sobre eventuales problemas o ausencia de información. Esa retroalimentación de los estudiantes es la que permite hacer ajustes, correcciones, aclarar reglas no escritas o incompletas, revisar materiales o recursos que no funcionen, editar links desactivados etc. Por ello es importante estar atentos a hacer ajustes rápidos y tener los ojos y oídos bien abiertos a la retroalimentación de los estudiantes, que son sus aliados número uno en la mejora del plan de clase, los materiales, recursos y demás herramientas incluidas.

Manos a la obra y espero que descubran toda la riqueza y potencial que trae lo virtual y el aprendizaje activo a la docencia. No puedo cerrar sin recordar a grandes mentores en estos temas, como Hipólito González de Icesi, y Maite Careaga de nuestra Escuela de Gobierno de Uniandes, quienes ya no están con nosotros, pero nos han dejado un gran legado en temas de aprendizaje activo y educación centrada en el participante. Muchas de las cosas que aprendì al lado de ellos dos las he puesto aquí. Sobre lo virtual y el uso de tecnologías en educación no tengo más que agradecimientos a Luz Adriana Osorio, Martha Cecilia Henao, Andrés Rodríguez y Ruby Yaya de Conecta-Te de nuestra universidad, quienes nos han abierto la puerta a toda una nueva forma de entender la docencia con el apoyo de la tecnología, y nos han acompañado con paciencia y solidez conceptual a muchos profesores en este proceso.

Les recomiendo entrar a estos dos sitios web que recogen ideas, recursos y herramientas para la educación virtual. El sitio web https://virtualidad.uniandes.edu.co/ de Conecta-Te que recoge ayudas para toda la comunidad universitaria y este micrositio de la Facultad de Economía de Uniandes que hace un fabuloso resumen de prácticas y recomendaciones https://alorozco22.github.io/virtualizacion-econo/

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