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El precio del desarrollo: La revolución del fuego al ocaso de las cenizas
Jack Fran Armengot García Pérez
Biólogo M.Sc. Biológicas
Docente Programa Ing. Ambiental
Universidad de Cundinamarca
La revolución del fuego
La historia humana es de retos e invenciones, desde las herramientas usando las piedras hasta drones e inteligencia artificial, el ser humano siempre está inventando, solucionando problemas para satisfacer sus necesidades al principio básicas como buscar alimento o refugio y en la actualidad, necesidades moldeadas por el consumo y la lógica del mercado.
En este sentido cuatro revoluciones han generado los seres humanos, la primera indudablemente el fuego, su uso permitió desde ahuyentar a las fieras hasta la cocción de alimentos, moldear las puntas de lanzas para hacerlas más compactas y quizá bajo un cielo despejado, incentivo la reunión de antiguos cazadores que alrededor de una fogata narraron con protolenguajes sus aventuras de caza. La segunda la revolución fue agricultura, la domesticación del trigo en el viejo mundo y en América de los granos de oro, es decir el maíz, gracias a la agricultura los seres humanos comenzaron a desarrollar los primero asentamientos, dejando el nomadismo para siempre.
La tercera revolución es indudablemente la del carbono es decir la revolución industrial, la supremacía de la máquina de vapor sobre el trabajo solo hecho por las manos humanas, modifico el entorno del paisaje rural al mosaico de las primeras grandes ciudad industriales, donde la avidez de recursos y materias primas es aun en el siglo XXI el corazón de esta revolución y de la economía extractivista dominante en la actualidad. Finalmente la cuarta revolución es la tecnológica, la que se construye hoy en día en una sociedad tecnócrata, la que equipara y busca emular el desarrollo de un cerebro a la inteligencia artificial.
Del trópico para el mundo
La selva del amazonas, de áfrica, del sudeste asiáticos ubicadas en la franja tropical del planeta tierra son las responsables de almacenar grandes cantidades del dióxido de carbono en conjunto con los océanos. En el caso de lo bosques en mención todos cumplen su función de sumideros de carbono al igual que otras coberturas por todo el mundo, de este modo las selvas son pulmones así como grandes reservorios de agua en todos sus estados, reservorios también de biodiversidad y no siendo menos importante, son las áreas del planeta donde históricamente se han establecido diferentes etnias y pueblos.
En el caso del Amazonas, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio - NASA ha mencionado que Brasil tuvo un 39% más de incendios entre enero y agosto de 2019 que en el mismo período en 2018. Sin embargo, los años con la mayor cantidad de incendios registrados fueron principalmente a principios de la década de 2000, probablemente vinculados a una alta tasa de deforestación relacionada con la agricultura en la Amazonía en ese momento (WRI 2019). De este modo el panorama de la selva Amazónica no es alentador, existe una histórica presión por sus recursos y factores como la expansión agrícola – ganadera en conjunto con proyectos extractivos de petróleo han ganado su espacio. Lo que consideran muchos autores como la sabanizacion de la selva es la conversión de un bioma muy complejo a grandes áreas provistas de pastos y matorrales los cuales no son equiparables a la función de sumideros de los bosques y en gran medida son susceptibles a los fuegos naturales o antrópicos.
El hambre de los recursos es la gula del Mercado
Si recordamos las escuelas económicas llama la atención los fisiócratas del siglo XVIII con dos premisas, la primera denotaba que el sistema económico no debería ser intervenido por los estados, y la segunda priorizaba la tierra y sus recursos como única fuente de producción. También en este siglo Adam Smith publica la riqueza de las naciones que como piedra angular establece la metáfora de la mano invisible del mercado es decir la capacidad de autorregulación que el libre mercado y su papel fundamental en la oferta y la demanda sin un control gubernamental. Mucho tiempo ha pasado desde el siglo XVIII, pero sin lugar a duda debemos considerar que estos pensamientos han fomentado la gula y monopolios por los recursos naturales, su extracción excesiva dentro de una economía de rapiña donde el tercer mundo solo es una fuente de materias primas o de poca transformación (commodities), en este sentido anqué los estados constitucionalmente sean soberanos en el uso de sus recursos naturales el verdadero poder en la decisión de su trasformación y distribución es retenido por multinacionales (la mano invisible), y ese poder solo fue dado por el libre comercio. Si en el pensamiento económico es perpetuo el cerebro del Homo sapiens sapiens del siglo XVIII, estamos en el siglo XXI construyendo el umbral, el punto de no retorno y la negación de un crecimiento social y ambiental sostenible para las naciones del trópico.
Bibliografía
World Resource Institute. 2019. What Can Global Forest Watch Tell Us About the Fires in Brazil?. Mikaela Weisse and Sarah Ruiz - August 23, 2019.
Noah Harari Yuval. 2014. De Animales A Dioses breve Historia de la Humanidad. Traducción de Joandomènec Ros Debate. Madrid. 494 páginas