Investigan residuos de marihuana para el ganado
Así lo dio a conocer en una ponencia realizada en el marco de Expo Agrofuturo, el pasado 27 de octubre, el docente Carlos Enrique Londoño.
La idea de ahondar en esta temática, la tuvo este zootecnista quien tiene un doctorado en producción animal sostenible y orienta en la seccional Ubaté, las materias de pastos y forrajes, nutrición animal e investigación en el programa de zootecnia, el día que cursó un diplomado en producción y transformación de cannabis medicinal o marihuana no psicoactiva. Aquella vez, le exigieron realizar un trabajo con base en los conocimientos que había adquirido. “Lo hice con la Universidad Nacional, dada la acogida que ha tenido este cultivo los últimos años para fines medicinales. Allí me di cuenta que a la hora de cosechar esta planta, solo se usa lo que se llama el moño o flor, y el resto de desperdiciaba industrialmente. Entonces decidí ver cómo se podían aprovechar estos residuos de cosecha de la planta de cáñamo, como alternativa alimenticia para dietas de rumiantes, sabiendo la capacidad que tienen estos para procesar materiales fibrosos”
Aplicando el método de observación, este inquieto docente hizo un cálculo y llegó a la conclusión que los desperdicios de cáñamo por hectárea eran de alrededor de siete toneladas de forraje verde. “Si tenemos en cuenta que son posibles tres cosechas al año, entonces estamos hablando de 21 toneladas. Eso es bastante biomasa, la cual puede ser utilizada en sistemas de alimentación para rumiantes”.
Por eso decidió mandar a analizar varias muestras al laboratorio. “Esto lo hice con el fin de caracterizar la calidad nutricional de las hojas de la planta de cáñamo, como alternativa alimenticia para vacas lecheras, y así estudiar el rendimiento y el efecto potencial de la inclusión de dichos residuos sobre la producción. De esta manera, lo que deseo, es ofrecer información económica acerca de la inclusión de los mismos en los sistemas de alimentación regionalizados para ganaderías de leche del trópico de altura colombiano. En este estudio he encontrado un alto valor nutricional, como proteína cruda del 25%, energía digestible 3,18 mega calorías y una digestibilidad de su materia seca por encima del 70%, lo que lo hace lo atrayente frente a los forrajes que comen los rumiantes en esta zona del trópico de altura, que primordialmente basan su alimentación en pasto kikuyo y raigrases. También realicé pruebas en comederos que arrojaron que la palatabilidad –características de un alimento que estimula una respuesta selectiva de un animal de pastoreo- era bueno, les gustó consumirlo”.
No obstante, este inquieto investigador, no se ha quedado con los brazos cruzados. “En un programa de computador, a través de un modelo matemático de potencial forrajero, le introduje variables de la composición química de los forrajes de cáñamo analizados en laboratorio con resultados interesantes, como que una vaca podría producir por encima de 20 litros de leche al día, si su consumo de materia seca se basara solo en dicha planta”.
Aunque los datos preliminares son prometedores, todavía resta un largo trecho. Ahora se viene el trabajo fuerte en campo. “Debemos iniciar con pruebas en vivo, para ver lo que pasa con la producción de leche y carne y la residualidad de los cannabinoides en esta. Por ahora hay una empresa productora de cáñamo que me ha patrocinado estas primeras investigaciones y que está interesada en realizar con nosotros, como universidad, un convenio para profundizar en el tema”.
Por otro lado, están analizando en qué presentación se les daría a los animales. “Podría ser como suplemento en forma de hoja fresca, ensilajes, pellets –alimento granulado-, harina o bloques multinutricionales, etc., y así veríamos el rendimiento de las variables de producción con el correr del tiempo. Sería interesante ver si funciona, ya que reduciría costos de producción al bajar el consumo, por ejemplo, de alimentos balanceados”.
De esta forma, la universidad ratifica de nuevo su misión que habla de ser una organización social de conocimiento, democrática, autónoma, formadora y agente de la transmodernidad para beneficio de una sociedad como la de Ubaté, que busca mejorar sus condiciones de vida a través de una ganadería eficiente y eficaz, que preserva la naturaleza, tal y como habla el Modelo Educativo Digital Transmoderno (MEDIT).