UCundinamarca Radio

De la violencia al diálogo en 7 pasos
Docente nos habla acerca de la importancia del diálogo para evitar la violencia en diferentes escenarios.
En nuestro país la violencia se ha convertido en el método para expresar los desacuerdos que tenemos ante el Gobierno, nuestros padres, amigos, pareja, hijos y demás personas nuestro alrededor. El docente del programa de Psicología de la UCundinamarca, Rafael Leonardo Cortés Lugo explica por qué se dan las situaciones de violencia y cómo podemos llegar al diálogo asertivo para evitarlas.
“A partir del dialogo se deja claridad de lo que piensan o desean las partes, se puede llegar a puntos en común y así solucionar sin violencia las diferencias”, enfatizó el docente.
Además, recomienda tener en cuenta los siguientes lineamientos para evitar la violencia en cualquiera de sus formas y por el contrario, generar cambios positivos en la sociedad.
- Voluntad: Es fundamental que las partes quieran mediar, que estén dispuestos a escuchar al otro y así poder entender y llegar a un punto de acuerdo.
- Sacrificio: Las partes deben entender que no siempre se puede conseguir lo que desean y que se vale renunciar a algo que queremos para llegar a un acuerdo.
- Mediador: Es importante que la política o un veedor del proceso haga las veces de mediador. Esto no siempre es necesario, pero se recomienda.
- Compromiso: Es responsable con el proceso para generar confianza, por este motivo lo dialogado y pactado se debe cumplir.
- Respeto por el espacio: El encuentro para el diálogo, debe ser un espacio reconocido y honrado por las partes con compromiso y veracidad.
- Sin rencor: Permitir que los compromisos se cumplan dejando de lado las diferencias.
La violencia actual
El psicólogo aclara que en situaciones políticas o en las que los dirigentes incumplen compromisos es normal que se genere malestar entre la comunidad “es lo que se conoce como estallido social, y se da por una historia de incumplimiento de ambas partes a los compromisos pactados”. Por lo que es necesario el diálogo y la sana intención de llegar a acuerdos, generando confianza con la responsabilidad de evitar la violencia y el deterioro de las relaciones sociales y sobre todo de una sociedad.
La división de creencias religiosas, políticas, económicas y de vida, no pueden crear más diferencias, sino por el contrario deben ser puntos a tener en cuentas a la hora de proponer más alternativas de solución, pero pacíficas y bajo el respeto.