La ciencia, tecnología, investigación e innovación en el Modelo Educativo Digital Transmoderno - MEDIT
Por: Adriano Muñoz Barrera, rector Universidad de Cundinamarca
El desarrollo de este acápite tiene en cuenta las consideraciones del documento que sustenta la Escuela de Formación y Aprendizaje Docente UCundinamarca Generación S21, en el segundo capítulo denominado La Universidad de Cundinamarca como organización social del conocimiento y el aprendizaje.
Muñoz Barrera (2017) expresa sobre “el conocimiento como factor de producción y progreso de la sociedad, en donde la educación es el proceso clave si es orientado al desarrollo del aprendizaje” (p. 13). Asimismo, señala que el conocimiento es un bien público, dialógico, social y formativo que ofrece una respuesta a los problemas translocales; además, asume que el aprendizaje es un acto mejorado que se logra en el campo multidimensional de aprendizaje a través del que opera la Universidad de Cundinamarca.
Dado que en el siglo XXI se imponen la sociedad y la economía del conocimiento, se asiste al renacimiento o al marchitamiento de la universidad, tanto si acepta como si declina el reto de comportarse como una organización social del conocimiento y el aprendizaje. De hacerlo, asegura la supervivencia de la raza humana, cuyo éxito se basa, como lo señalan Stiglitz y Greenwald (2015), “en el cambio de la forma de pensar de sus miembros” (p. 15).
Esto se logra produciendo conocimiento translocal, que expresado en términos de los profesores Aparicio Gómez y Ostos Ortiz (2020) es: “si una organización identifica cuál es su conocimiento particular del mundo, aquello que solo ella puede aportar, esto representará una ventaja potente y sostenible” (p. 19).
Así las cosas, la Universidad de Cundinamarca se predica como una organización social del conocimiento y el aprendizaje porque sus profesores, estudiantes, directivos, administrativos, padres de familia y graduados visionan y acuerdan, como lo menciona Drucker (1994), en torno a:
- La filosofía, los valores, los principios e ideales marcados desde el MEDIT.
- El aprendizaje como mejora y transformación.
- El conocimiento construido de forma dialogada y formativa.
- Las reglas y prácticas inspiradoras de la persona transhumana que se perfecciona día tras día.
Translocalidad y transmodernidad
El plan rectoral Universidad de Cundinamarca presentado en 2019 ante el Consejo Superior (Muñoz, 2019) se estructura y fundamenta desde la translocalidad y transmodernidad, conceptos y paradigmas que dan lugar al MEDIT (Muñoz, 2019).
En primer lugar, se tiene en cuenta a Rodríguez Magda, que en su libro La sonrisa de Saturno (1989) pone en circulación la palabra ‘transmodernidad’ para referirse a un momento distinto de la historia de la humanidad que “simplemente está, como una situación estratégica, compleja y aleatoria no elegible; no es buena ni mala, benéfica o insoportable (…) y es todo eso juntamente (…) Es el abandono de la representación, es el reino de la simulación, de la simulación que se sabe real” (p. 142).
En segundo lugar, se considera al filósofo, historiador y educador argentino Enrique Dussel (2004), bien conocido en Latinoamérica por sus aportes a la teoría de la liberación, quien sostiene en torno al asunto tratado:
El hecho de que otras culturas hasta ahora despreciadas, no valorizadas, estén emergiendo desde un más allá del horizonte de la modernidad europea no es un mero milagro que nace de la nada, sino el retorno de los actores de esa historia en otras épocas recientes. Aunque la cultura El hecho de que otras culturas hasta ahora despreciadas, no valorizadas, estén emergiendo desde un más allá del horizonte de la modernidad europea no es un mero milagro que nace de la nada, sino el retorno de los actores de esa historia en otras épocas recientes. Aunque la cultura occidental se globaliza (…) no agota por ello otros momenztos de enorme creatividad en esos mismos niveles que afirman desde su exterioridad otras culturas vivientes, resistentes, crecientes (p. 205).
Sin pretender que Rodríguez y Dussel sean los únicos autores que han dado cuenta de la transmodernidad, el MEDIT parte de sus dos posturas teóricas para fundamentarse, ya que se trata, como dice la filósofa valenciana, de “elaborar una teoría consistente, que defina con claridad lo que, a mi modo de ver, es un efectivo cambio de paradigma” (Rodríguez, 2011, p. 3).
Esta filósofa y profesora feminista señala, a partir del reconocimiento de fenómenos incontrastables propios de este siglo, como la globalización, la digitalización y la tecnología, que se vive un momento distinto a la modernidad y posmodernidad, denominado transmodernidad: “Constituye un verdadero cambio de paradigma que puede alumbrar las relaciones gnoseológicas, sociológicas, éticas y estéticas de nuestro presente” (Rodríguez, 2011, p. 1).
Leer artículo completo en la revista Pensamiento Udecino – volumen 5. (pg.13)