Las principales causas de accidentes de tránsito en el 2020 estaban asociadas al comportamiento humano de los actores en la vía, siendo las principales: conducir con exceso de velocidad (40,1%); no respetar las normas de tránsito (28,9 %); conducir en estado de embriaguez (9,7 %); y la violación de las normas de tránsito por los peatones (9,2 %). La ANSV en 2016 recordó un dato preocupante: el 53 % de las personas fallecidas eran motociclistas y el 55 % de los lesionados se encuentran entre 20 y 34 años, es decir, en la edad más productiva para la economía nacional. La preocupación por el creciente aumento de este tipo de accidentalidad en todo el mundo ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declararlo una problemática de salud pública, señalando que un buen número de hombres jóvenes, de entre 15 a 34 años, se ven involucrados en estos accidentes como consecuencia de una conducta riesgosa (Bachoo et al., 2013). Dicha conducta está asociada a múltiples factores como el exceso de velocidad, conducir bajo estado de embriaguez, dificultades visuales, distracciones, sobrecupo, entre otras (Li, Konstantina y Chris, 2014; Echeverri, 2007). Ante esta situación, los peatones y conductores responsables se sienten en un callejón sin salida en Colombia, ya que las medidas de sanción implementadas (por ejemplo, multas, comparendos pedagógicos, decomiso del vehículo) parecen inocuas en relación con el comportamiento de las personas infractoras.
Autores | Juan Manuel Andrade Navia Elías Ramírez Plazas Miguel Ángel Mahecha Bermúdez Dagoberto Páramo Morales |
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Editorial |
Universidad de Cundinamarca |
Idioma |
Español |
Páginas | 103 |
DOI | |
Año de Publicación |
2022 |
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Motociclistas y accidentalidad. Una mirada desde la perspectiva cultural |