En diálogo con la gestora de Bienestar Facatativá

Detrás de cada rol, hay una historia de vida; aquí les contamos la trayectoria, desafíos y sueños de María A. Bonilla, quien aparte de su rol en la U. también es emprendedora.

Por: Felipe Sánchez - Oficina Asesora de Comunicaciones 

María Alejandra Bonilla Ramírez se gradúo de psicología de la extensión Facatativá en el año 2017, actualmente es la gestora de Bienestar Universitario de esta misma extensión, y su experticia de trabajo con comunidades en condición de discapacidad en la Secretaría de Desarrollo Social de Bogotá, y como conferencista, tallerista y emprendedora le han dado una visión clara de la importancia de priorizar al ser humano y su esencia por encima del “hacer” y el “tener”.  

María Alejandra ha sido también una importante activista animal logrando ser la cofundadora del primer refugio de gatos en el municipio de Facatativá donde ha logrado salvar a más de 10 mil felinos.  

“Hoy sé con certeza que el hecho de tener un enfoque multidisciplinario como el que brinda el modelo educativo de la UCundinamarca, el MEDIT, nos da una gran ventaja en el resultado final como profesionales. He sido una mujer trabajadora y sé que eso me ayudo a crecer, pero tengo claro que la Universidad da un aporte gigante con su enfoque humanista”, aseguró la graduada.   

De esta manera, y desde el 2019, María Alejandra hace parte del equipo de trabajo de la UCundinamarca en la extensión Facatativá donde inicio en el área psicosocial de Bienestar Universitario, para luego, en el 2022, ponerse al frente de la Oficina como Coordinadora.    

“Hemos logrado fortalecer los procesos de formación integral de la comunidad educativa a través de la articulación permanente con entidades externas, considerando la interacción social como eje fundamental del crecimiento personal”, agregó Bonilla.    

Antes de lograr subir este último y más reciente peldaño en el ámbito profesional, tuvo que pasar por un reto más, “para mí, como a muchos, la pandemia no fue algo fácil me costó un poco adaptar un lugar para poder llevar mis proyectos a cabo, soy madre soltera y me tocaba estar con mi hija siempre ya que es una pequeña de tan solo 2 años y eso dificultaba de alguna manera mi labor, en realidad fue todo un reto”, comentó María Alejandra.   

De lo que ella si está segura, luego de lograr su éxito personal y profesional, es que los cambios siempre son positivos y se deben dar, eso sí fortaleciendo el carácter y la empatía, “eso es lo que quiero mantener ahora en mi labor en Bienestar Universitario, que los estudiantes tengan un lugar donde puedan formar carácter, conocer sus emociones y ser conscientes de sus pensamientos”. 

 “Todos los pasos que he dado me han hecho crecer muchísimo y me motivan a conseguir cada día más cosas, por lo tanto, quisiera que esta historia no terminará pronto y que pudiera hacer muchas más cosas por mi institución”