En pro de la recuperación de la microcuenca Guabinal
La seccional Girardot con su programa Ingeniería Ambiental en convenio con la Alcaldía de ese municipio trabajan en el manejo y tratamiento de este cuerpo de agua.
“Lo vamos a hacer con la cátedra de cuencas hidrográficas con quienes estamos trabajando una fase inicial de diagnóstico para lo cual nos estamos valiendo de la cartografía y sistemas de información geográfica para saber cuál es el tamaño del área a intervenir”, comenta el docente Hernán Montealegre Monroy de la seccional Girardot.
Y es que en este proceso tendrán la colaboración de la Dirección de Asistencia Técnica y Medio Ambiente del Municipio (DATMA), los docentes y los estudiantes de la universidad como parte de un proceso de generación de conocimiento socialmente responsable que establece los insumos para la formulación de los proyectos a partir del conocimiento profundo de las necesidades de la sociedad. “También deseamos vincular a la CAR ya que la idea es que al final de año entreguemos el plan de manejo ambiental de esta microcuenca como lo ordena la sentencia del Consejo de Estado sobre la descontaminación del rio Bogotá y sus afluentes”.
Este no es un trabajo sencillo ya que requiere tener en consideración una serie de variables a analizar. “Debemos estudiar la flora, la fauna, el suelo, el clima, la geología del mismo, la geomorfología, además de los aspectos económicos y sociales como el tipo de población y el estrato de quienes viven en sus inmediaciones. Por eso son varias las salidas al terreno que se deberán realizar”.
Una vez obtenido el diagnóstico, se pasará a la etapa de formulación. “En esta fase diseñaremos cómo queremos ver la cuenca en diez o quince años. Entonces haremos la formulación del plan de manejo ambiental en donde elaboraremos los proyectos encaminados a solucionar de manera integral esa problemática y exploraremos si la CAR puede financiarlos. De esta forma se dará cumplimiento a lo que dice la sentencia del Consejo de Estado”.
Además, es bueno resaltar que esta ambiciosa iniciativa abarca la intervención de tres microcuencas por parte la universidad y el DATMA. “Estas están enmarcadas dentro de unas características especiales como, por ejemplo: que sean abastecedoras de agua, que tengan problemas de población que se instaló en esas zonas de riesgo y que la fuente hídrica presente deterioro ambiental”.
De esta manera, la UCundinamarca aporta a la mitigación del cambio climático como una necesidad que está acorde con Objetivos de Desarrollo Sostenible los cuales hacen parte de su política ambiental.