Proyecto sobre campos minados
Con esta iniciativa, el programa de Tecnología en Cartografía busca aportar al postconflicto en un país en el cual 11.718 personas han sido víctimas de este flagelo.
Por: Juan Carlos Monzón Solórzano - Periodista Oficina Asesora de Comunicaciones
Y es que Colombia junto a Siria y Afganistán son las naciones más afectadas por estos artefactos al que los expertos han llamado el soldado silencioso.
Pensado en esa circunstancia, el docente Luis Alberto Martínez presentó en la convocatoria interna del 2018 el proyecto Metodología para la Generación de Cartografía en el Desminado Humanitario que se Realiza en la Región del Sumapaz en el Marco del Postconflicto. “Esta iniciativa nace porque encontramos que las organizaciones no gubernamentales cuando van a desactivar un campo siempre lo delimitan con un sistema de posicionamiento global que no es tan preciso y en el cual también usan unas estacas y unas cintas en el procedimiento”
Y es que la situación se agrava cuando muchas veces se suspenden las labores de desminado por días o meses. “Imagínese que la organización no pudo volver porque hubo amenazas o no hubo el dinero. Entonces la delimitación se deteriora. El equipo de trabajo cuando reinicia, busca las coordenadas que quedaron almacenadas de latitud y longitud y es posible que el lugar tenga un desfase entre dos a tres metros, lo cual es un riesgo”.
A esta conclusión llegaron tras un trabajo de campo en Cabrera, Pasca y otros municipios que sufrieron por décadas las consecuencias del conflicto armado. “Allí empleamos unos aparatos de sistema de posicionamiento global de doble frecuencia que tiene la universidad y que cada uno cuesta 40 millones de pesos lo que nos permitió concluir esa problemática al hacer las comparaciones pertinentes”.
Cualquiera diría que se compra el aparato y solucionado el inconveniente, pero no. “Su alto valor hace imposible que estas organizaciones no gubernamentales los compren ya que deberían adquirir no uno, sino varios de estos dispositivos”.
Es entonces cuando la UCundinamarca a través de sus procesos de Interacción Social Universitaria que establece la generación conocimiento socialmente responsable, aportó con este proyecto a las necesidades apremiantes de comunidades, pues de 1990 al 2019 han sido muchas las personas que han caído en campos minados en Colombia. “Creamos una metodología en la que ese margen de error se reduce a un metro. Para esto solo se requiere un aparato de sistema de posicionamiento global de doble frecuencia y no varios como en el método de gran precisión. De la misma manera, se usa un distanciometro y una brújula para medir los ángulos y dividirlos con lo cual se bajan costos y se reduce el riesgo”.
Pero ahí no termina su trabajo, la idea va más allá de la solución al problema. “Estamos revisando una cartilla que deseamos presentarla al alto comisionado en donde se explica toda esta metodología para una vez se tenga su aprobación, se pueda imprimir y distribuir en los equipos de desminado”.
Y es que en un país en donde se han encontrado más de tres mil campos con estos artefactos explosivos desde el 2004 hace que este trabajo de la UCundinamarca cobre especial importancia. “A la fecha se han limpiado 8 millones de metros cuadrados en Colombia, pero aún falta mucho por hacer de ahí el aporte de esta investigación”, concluye el docente Martínez.
De esta forma, la universidad aporta al postconflicto en territorios que requieren justicia, paz y reconciliación como elemento fundamental de desarrollo social.