En estos últimos tiempos se ha generado un debate a nivel internacional sobre la pertinencia del currículo universitario y su impacto en las diversas interacciones sociales de nuestro alrededor. Este debate no es nuevo y siempre ha marcado las distancias entre la universidad-academia con el sector productivo y las comunidades. De este debate surge la siguiente pregunta: ¿Qué aportes esperamos del futuro graduado de una universidad en la sociedad?
En este sentido, la Universidad de Cundinamarca apuesta claramente por una formación para la vida, los valores democráticos, la civilidad y la libertad, que son derechos y deberes fundamentales y universales del ser humano. A su vez, estos deben permear toda la estructura, desde lo macro hasta lo micro, generando un currículo sustentado por el Modelo Educativo Digital Transmoderno , MEDIT (Muñoz Barrera, 2019).
Entendiendo la transmodernidad como una asunción y posicionamiento ante las realidades humanas, que no sólo quiere quedarse en un postulado teórico, sino que tiene una clara orientación aplicada hacia la transformación y superación de paradigmas para dar respuestas significativas a las problemáticas translocales, entendiendo este último concepto como los aprendizajes desarrollados en ámbitos locales y conectados con las realidades globales de nuestro mundo, aprendizajes que se desarrollan a través de dichos ámbitos con una clara mediación de lo digital.
Además, este aspecto digital está orientado hacia una manera de ser y existir, además de relacionarse con dicha globalidad. No es el fin de las mediaciones pedagógicas, sino una serie de oportunidades para traer la excelencia a nuestros estudiantes y, por ende, a nuestros graduados.
¿Cómo aterrizan entonces estas ideas al día a día de nuestros profesores y estudiantes? A través de la organización de diversos Campos de Aprendizaje, que pretenden superar modelos canónicos de materias y cursos, para afirmase como ecosistemas de aprendizaje dialógico, donde no solo se integra el aula, sino además otras dimensiones como la familia, la sociedad, la cultura, la institución, la persona y la naturaleza. Todo ello para ofrecer una serie de vivencias con experiencias significativas que promuevan en el estudiante un cambio de rol hacia un sujeto actuante y transformador.
Por ello, la práctica educativa no se puede sustentar sólo en mediaciones teóricas y magistrales, deben propender por las evidencias, como en todo ámbito científico, que demuestren y reconozcan en el estudiante unos aprendizajes pertinentes que se articulen con el perfil profesional del programa y que, a su vez, generen unos cambios profundos en la visión de la vida por parte del estudiante como ser transhumano.
REFERENCIAS
Muñoz Barrera, A. (2019). Modelo Educativo Digital Transmoderno- MEDIT-. En https://www.ucundinamarca.edu.co/index.php/modelo-educativo-digital-transmoderno
FRANCISCO CONEJO CARRASCO
M.C.
Coordinador (e) Escuela de Formación y Aprendizaje Docente – EFADS21.